AMERICA/BRASIL - EL ARZOBISPO DE MARINGÁ: “EL PALIO RECIBIDO REPRESENTA EL DESAFÍO DE PRESERVAR LA IDENTIDAD ESPECIFICA DE LA IGLESIA LOCAL Y AL MISMO TIEMPO DE ESTABLECER LA COMUNIÓN CON TODA LA IGLESIA UNIVERSAL”

miércoles, 2 julio 2003

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “Los encuentros de estos días con el Santo Padre han sido momentos verdaderamente valiosos, me ha impresionado mucho el amor que ha demostrado hacia cada uno de nosotros” confía a la Agencia Fides Su Exc. Mons. João Braz de Aviz, Arzobispo de Maringá en Brasil, que el pasado 29 de junio recibió el Palio del Santo Padre Juan Pablo II. En un coloquio con la Agencia Fides el Arzobispo expresa sus sentimientos por el encuentro con el Papa y la entrega del Palio y describe los principales desafíos pastorales de su Archidiócesis y de la Iglesia en Brasil.

Excelencia ¿cuáles son algunos de sus sentimientos después del encuentro con el Santo Padre?
En los últimos días hemos tenido la fortuna de reunirnos tres veces con el Santo Padre: en las primeras Vísperas de la fiesta de San Pedro y San Pablo, el sábado 28 de junio; el domingo 29 de junio en la Santa Misa en la que nos entregó el Palio y el lunes 30 en el Aula Pablo VI donde el Papa se reunió con todos los Arzobispos que habían recibido el Palio. Han sido momentos verdaderamente preciosos. La entrega del Palio señala nuestra particular comunión con el Santo Padre y representa también un desafío para nosotros: el de preservar la identidad específica de la Iglesia local y al mismo tiempo establecer la comunión con toda la Iglesia Universal. Esta necesidad de comunión profunda con la Iglesia Universal ha sido un aspecto muy subrayado por el Santo Padre y tiene como fundamento la Comunión intra-trinitaria de Dios. Esta comunión es una realidad que debemos construir teniendo como base el modelo de la Trinidad de Dios: un misterio que no debemos sólo adorar o expresar usando un lenguaje correcto en su formulación teológica, sino antes bien experimentarlo como el misterio de Dios trasladado a la vida de los hombres.
Otro aspecto que me ha impresionado mucho es el amor que el Santo Padre manifiesta hacia cada uno de nosotros. Su estado de salud podía impedirle el ofrecernos tantas atenciones, pero no ha sido así: el Papa nos ha dado todo el tiempo para hablarnos, nos ha escuchado, nos ha sonreído, nos ha hablado y no sólo a nosotros sino también a todas las personas que estaban allí para saludarlo”.

¿Cuáles son los principales desafíos pastorales de su iglesia local?
La Archidiócesis de Maringá es una Iglesia joven, con poco mas de cincuenta años de vida. De sus 600.000 habitantes cerca de 300.000 están concentrados en la ciudad de Maringá, otros 150.000 en las ciudades vecinas de Paissandu y Sarandi y los restantes en las pequeñas ciudades en torno a estos centros. La zona de mi Archidiócesis (al norte del Estado de Paraná) es de reciente colonización. Tenemos una buena presencia de sacerdotes (cerca de 60 la mayoría diocesanos) de religiosas y religiosos y también de movimientos. La pastoral está bastante desarrollada. Los principales desafíos se refieren a la pastoral urbana, que necesita ser más desarrollada y a la de los medios de Comunicación Social. Actualmente tenemos un periódico archidiocesano, una emisora de radio y también un canal de televisión recientemente adquirido que nos permitirá un trabajo de evangelización mas intenso a través de los medios de comunicación. Nuestra TV no solo emite, también es productora.

¿Existe algún empeño particular en el que Vd. Tenga un interés especial?
Personalmente, como Arzobispo, he asumido el compromiso de estar cercano a mi gente por lo que tengo como prioritario las visitas pastorales. Ya he visitado nueve municipios de la Archidiócesis y pretendo visitar las 52 parroquias con sus comunidades en los próximos cinco años.

Su zona, como muchas otras de Brasil, está desgraciadamente flagelada por el hambre y por muchos desequilibrios sociales que el plan “Hambre Cero” del Presidente Luala se propone resolver. ¿Cómo está trabajando la Iglesia en estas emergencias?
Sorprende que en una zona tan rica en recursos como es el Norte de Paraná, existan estas grandes multitudes de parados, que tienen graves dificultades para sostener a sus familias. Estamos pues comprometidos también en este frente, en un trabajo unido al proyecto del gobierno, el llamado plan “Hambre Cero” del Presidente Lula, pero con un equipo archidiocesano independiente, que se dedica además de la asistencia, a la promoción humana. El problema social en Brasil es muy grave: la desigualdad y la diversidad social entre ricos y pobres es abismal. El programa “Hambre Cero” ha traído una luz de esperanza porque ha puesto en el candelero el problema del hambre – ya presente en todos los medios de comunicación- y también porque favorece el desarrollo de programas en colaboración con el gobierno. Pero no podemos olvidar que es un programa en fase inicial y deberá superar algunos riesgos como el de ser instrumentalizado por grupos que tan solo buscan intereses políticos. Es necesario que este programa sea desarrollado de modo que implique a toda la sociedad para que se comprometan no solo a erradicar el hambre sino también en la promoción humana a todos los niveles.
(M.R.) (Agencia Fides 2/7/2003 Líneas: 69 Palabras: 872)


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