AFRICA/CONGO RD - ¿Quien ha provocado el fracaso de la cumbre sobre Kivu?

viernes, 5 octubre 2012

Kinshasa (Agencia Fides) - “Es impensable que una sola persona, representante de un régimen cada vez más despótico y dictatorial, seas capaz de hacer fracasar un encuentro internacional por la paz en la República Democrática del Congo”, afirma un editorial enviado a la Agencia Fides por los misioneros de la “Red Paz por el Congo”, en referencia a la mini-cumbre convocada por el Secretario General, Ban Ki Moon, en la última Asamblea general de las Naciones Unidas en Nueva York, sobre la situación en Kivu, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), una región devastada por las acciones de varios grupos armados, en particular del M23.
“Todos los participantes del encuentro, excepto uno – afirma el comunicado – estaban de acuerdo en condenar los actos de violencia del M23 (ocupación militar del territorio de Rutchuru, en Kivu del Norte; establecimiento de una administración paralela en a la del Estado; imposición de impuestos ilegales; reclutamiento forzoso de menores; violaciones; saqueos...). Todos, excepto uno, estaban de acuerdo en condenar el apoyo que el M23 sigue recibiendo desde el exterior. Aunque se expresan en un lenguaje muy diplomático - no menciona específicamente el nombre - todo el mundo sabe que el apoyo que recibe el M23 viene de Ruanda, que sigue negando su implicación en el conflicto, a pesar de la abundante documentación que lo demuestra. Acorralado, el Presidente de Ruanda, Paul Kagame, ha abandonado la sala de reuniones, bloqueando, por lo tanto, la posibilidad de llegar a un acuerdo para realizar un comunicado conjunto”.
La Red de Paz por el Congo se pregunta si no es apropiado adoptar sanciones internacionales contra Ruanda, como por ejemplo declarar un embargo a la compra e importación de armas, detener todas las formas de cooperación militar, suspender la compra de minerales provenientes de Ruanda, porque entre ellos hay también minerales de origen congoleño, exportado a través del contrabando y etiquetados en Ruanda; bloquear las financiaciones destinadas al gobierno, cuya interrupción no afecta a la población civil más pobre.
Esto sólo ocurrirá si desaparecen las complicidades internacionales de las que se beneficia el régimen en Ruanda y sobre las cuales recae “la enorme responsabilidad de las 800.000 víctimas del genocidio en Ruanda en 1994 y de los 6.000.000 - 8.000.000 de víctimas congoleñas provocadas en las diferentes etapas de la guerra que comenzó en 1996”, concluye la nota. (L.M.) (Agencia Fides 5/10/2012)


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