VATICANO - Nota de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos; Administración Apostólica de Harbin (China Continental)

miércoles, 4 julio 2012

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Ha llegado la noticia de que en la Administración Apostólica de Harbin (provincia de Heilongjiang) se está preparando la ordenación episcopal del Rev. Giuseppe Yue Fusheng. A este respecto se precisa lo siguiente.

1) Una ordenación episcopal, como esta, sin mandato pontificio se opone directamente al Oficio concedido por el Señor a Pedro y a sus sucesores, como Cabeza del Colegio de los Obispos, Vicarios de Cristo y Pastores de la Iglesia Universal, y perjudica a la unidad de la Iglesia y de toda la obra de evangelización. Como ha escrito el Santo Padre Benedicto XVI en la Carta a los Obispos, presbíteros, personas consagradas y fieles laicos de la iglesia católica en la República Popular China (27 de mayo de 2007, n. 9), “se puede comprender que las Autoridades gubernativas estén atentas a la selección de los que desempeñarán el importante papel de guías y pastores de las comunidades católicas locales, dadas las repercusiones sociales que —tanto en China como en el resto del mundo— dicha función tiene también en el campo civil”. Pero hay que tener presente que “el nombramiento de los Obispos afecta al corazón mismo de la vida de la Iglesia ya que el nombramiento de los Obispos por parte del Papa es garantía de la unidad de la Iglesia y de la comunión jerárquica. Por este motivo el Código de Derecho Canónico (cf. canon 1382) establece graves sanciones tanto para el Obispo que confiere libremente la ordenación sin mandato apostólico como para quien la recibe; en efecto, dicha ordenación representa una dolorosa herida para la comunión eclesial y una grave violación de la disciplina canónica”.
“El Papa – continúa la Carta - cuando concede el mandato apostólico para la ordenación de un Obispo, ejerce su autoridad espiritual suprema: autoridad e intervención que quedan en el ámbito estrictamente religioso. No se trata por tanto de una autoridad política que se entromete indebidamente en los asuntos interiores de un Estado y vulnera su soberanía”. Además, añade el Santo Padre, “el nombramiento de Pastores para una determinada comunidad religiosa está previsto también en documentos internacionales como un elemento constitutivo del pleno ejercicio del derecho a la libertad religiosa”.
El nombramiento de los Obispos no es una cuestión política sino religiosa.

2) La ordenación episcopal de Harbin se ha programado de forma unilateral y sólo producirá divisiones, heridas y tensiones dentro de la comunidad católica en China. La comunidad católica en Harbin no desea una ordenación episcopal ilegítima. La supervivencia y el desarrollo de la Iglesia sólo pueden realizarse en unión con el Romano Pontífice, a quien, el primero de todos se ha confiado el cuidado de la Iglesia misma, y no sin su consentimiento, como sucede sin embargo con las órdenes que, como esta, no han recibido un mandato pontificio. Si se desea que la Iglesia en China sea católica, no se debe proceder con ordenaciones episcopales que no tienen la aprobación previa del Santo Padre

3) El Rev. Yue Fusheng ha sido informado hace tiempo de que no tiene la aprobación pontificia: su ordenación es ilegítima, no tendrá la autoridad para gobernar la comunidad católica diocesana, y la Santa Sede no lo reconocerá como el Obispo de Harbin. Si su ordenación ilegítima se realizase se le aplicarán las sanciones impuestas por la violación de la norma del canon 1382 del Código de Derecho Canónico (cf. Declaración del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos del 6 de junio de 2011) .

4) Los Obispos consagrantes se exponen también a graves sanciones canónicas, establecidas por la ley de la Iglesia (en particular por el canon 1382 del Código de Derecho Canónico).

5) Las Autoridades gubernamentales han sido informadas de que la ordenación episcopal del Rev. Yue Fusheng no posee la aprobación del Santo Padre. Y que si se realiza, se entraría en contradicción con los signos de diálogo, promovidos por la Parte China y la Santa Sede, que se están tratando de actuar.

Desde el Vaticano, 3 de julio de 2012
(Agencia Fides 03/07/2012)


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