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Santo Tomé (Agencia Fides) – “El domingo 1 de mayo estaremos unidos a Roma, a la misma hora, celebrando una misa ante la imagen de la Virgen Peregrina de Fátima, que está de visita en Santo Tomé y Príncipe, durante la cual renovaremos la consagración de la diócesis al Sagrado Corazón de María": lo comunica a la Agencia Fides Su Exc. Mons. Manuel Santos, CMF, Obispo de Santo Tomé y Príncipe, enviando su nota Pastoral publicada con motivo de la beatificación de Juan Pablo II. Además, del 30 de abril al 4 de junio, la diócesis acogerá la imagen Peregrina de Nuestra Señora del Rosario de Fátima (véase Fides 18/2/2011).
"Juan Pablo II ha marcado su tiempo y su figura se mantendrá como una luz que brilla en el mundo de su tiempo, indicando con valentía los caminos de vida, de justicia, de misericordia y de paz. Era un hombre sin miedo, con profundas convicciones, que ha hecho del servicio al evangélico el ideal de su vida" está escrito en la nota pastoral de Mons. Santos.
Después de haber recorrido las etapas principales de la vida del Papa Juan Pablo II, el Obispo de Santo Tomé y Príncipe reflexiona sobre algunas características de su santidad: era un hombre de intensa vida interior y capaz de comunicarse con aquellos que estaban lejos de la Iglesia; ha sido profeta a través de intervenciones audaces en nombre de la justicia y de la paz; siempre ha demostrado un gran amor por los más pobres y más vulnerables; ha sido testigo de la alegría, en la enfermedad y en salud, siempre con gran respeto por la vida.
La nota pastoral recuerda también las palabras pronunciadas por Juan Pablo II durante su visita de unas pocas horas a Santo Tomé el 6 de junio de 1992. A su llegada al aeropuerto destacó que su primer deber era el que Jesús dio a Pedro, "fortalecer a sus hermanos en la fe". Una fe que el pueblo de Santo Tomé, "ya ha sido puesta a la prueba durante siglos, por las muchas vicisitudes", dijo el Papa, llamado a promover una "cultura del bien común". Durante la misa, hizo hincapié en la importancia de la familia en la Iglesia y en la sociedad, condenando enérgicamente, al fin de la Eucaristía, la esclavitud que durante siglos había sido una plaga en la vida de los habitantes de Santo Tomé. La necesidad de una re-evangelización de la vida familiar y social, como de la cultura santomese, fue reiterada por el Papa Juan Pablo II en la reunión con los sacerdotes, religiosos, religiosas y agentes y pastorales. Por último, en el discurso de despedida, invitó al pueblo de Santo Tomé a trabajar por el bien común y por el futuro del país.
“ Son palabras las recordamos por la actualidad que todavía tienen hoy", escribe Mons. Santos en su nota pastoral, y continúa: “¡Que sean recibidas por nosotros y nos animen a vivir más auténticamente los valores del Evangelio en nuestras vidas, que todos nos comprometamos con la re-evangelización de nuestro pueblo, que la familia reciba una atención privilegiada en nuestra actividad pastoral y social, que todos nos esforcemos por el bien común en el deseo de construir un país con futuro. Y que el beato Juan Pablo II continúe bendiciendo nuestra tierra!”. (SL) (Agencia Fides 27/4/2011)
