AFRICA/LIBIA - Han partido otros 50 refugiados africanos, "pero es necesario hacer más", dice el Vicario Apostólico de Trípoli

martes, 15 marzo 2011

Trípoli (Agencia Fides) - “Han partido otras 50 personas más entre eritreos y etíopes, gracias a la generosidad de Italia. Pero estamos inmersos en un desafío aparentemente interminable, porque una vez que han partido cincuenta personas se presentan otras dos mil. Ayer teniamos la iglesia invadida por los refugiados africanos que tienen la esperanza de encontrar un puesto en un avión o un barco para salir del país", dice a la Agencia Fides Mons. Giovanni Innocenzo Martinelli, Vicario Apostólico de Trípoli, en Libia.
“Mi mayor deseo - continúa Mons. Martinelli - es que se encontrarentre una manera de embarcar a todas estas personas en un barco con destino a un país que decida acogerlos. No es justo hacer partir a grupos pequeños y dejar a la inmensa mayoria en una espera angustiosa, porque son principalmente mujeres y niños. Ayer se quedaron en tierra un gran grupo de mujeres y niños, algunos con pocos meses de vida. Desafortunadamente, no todos tenían los documentos en regla y por ello se han quedado en tierra. Renuevo el llamamiento para que estas personas puedan ser aceptadas tan pronto como sea posible por algún país”.
“Nosotros, como Iglesia podemos hacer de trámite, pero nuestras fuerzas son muy escasas. Ayudamos a estas personas a pagar el alquiler de sus casas y a comprar alimentos, gracias a la ayuda de algunos benefactores y de la Caritas italiana. El problema es que los alimentos comienzan a escasear en el mercado", afirma el Vicario Apostólico de Trípoli.
En cuanto se refiere a la comunidad católica Mons. Martinelli elogia a las "casi 2 mil enfermeras filipinas que se han quedado. Sus familias, esposos e hijos, se han marchado, pero ellas, mujeres y chicas, se han quedado, demostrando una gran profesionalidad y conciencia humana, porque de lo contrario sin ellas los hospitales quedarían sin atención médica". Además, "todavía hay muchos africanos. El Miércoles de Ceniza la iglesia estaba llena – explica Mons. Martinelli -, los fieles vienen porque encuentran valor en la oración”.
“Vuelvo a repetir que la paz todavía es posible y que las dos partes pueden reconciliarse - concluye el Vicario Apostólico -. Se necesitaría la intervención de una alta autoridad moral árabe o africana, del nivel de Nelson Mandela para hablar, para acercar a las dos partes. Tal vez alguna autoridad eclesiástica del mundo árabe podría intentar una mediación. El pueblo libio mismo no quiere la guerra. Libia debe redescubrir su unidad. Hay muchas personas originarias de Bengasi que vivin en Trípoli, no creo que sea posible separar el país”. (L.M.) (Agencia Fides 15/3/2011)


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