AFRICA/LIBIA - Apelo de Mons. Martinelli por los eritreos en Libia: "ayer 2.000 se han dirigido a la iglesia y a nuestros locales solicitando ayuda”

lunes, 28 febrero 2011

Trípoli (Agencia Fides) - “Querría hacer un llamamiento por los 2.000 eritreos que ayer se dirigieron a nuestra iglesia y a nuestros locales pidiendo ayuda y asistencia", dice a la Agencia Fides Su Exc. Mons. Giovanni Innocenzo Martinelli, vicario apostólico de Trípoli, en Libia. "Nos duele el corazón porque no podemos hacer nada por ellos. Mi pensamiento se dirige especialmente a las mujeres y los niños. Ellos son realmente los últimos del Evangelio. Son personas humildes, generosas y muy religiosas. Pido que estas personas puedan ser atendidas y encontrar refugio en alguna parte. No hay nadie que piense en ellos. Ellos no son peligrosos y no nos quitan el alimento de la boca”.
“Hemos conseguido un nulla osta para 54 eritreos que tienen los documentos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR) – continúa Mons. Martinelli -. Estas personas probablemente partirán mañana con un avión especial hacia Italia. Pero los demás no tienen los documentos del UNHCR. Solo haría falta un barco para recogerlos. Sería un gesto maravilloso. los 54 que deben partir, hemos podido alojarlos en un local adyacente a la iglesia. Los otros 2.000 querían quedarse en la iglesia, pero es imposible. Tratamos de ayudarles como podemos, contribuyendo a pagar el alquiles de sus casas”.
En cuanto a la situación en Trípoli, el Vicario Apostólico afirma: "La situación aquí es tranquila. La mañana, que comienza tarde, después de las 9 de la mañana, ha sido precedida por una noche caracterizada por un completo silencio. Se goza de un poco de paz, se ve a la gente que va al banco a retirar los prometidos 500 dinares para cada familia. Hay filas frente a los bancos y tiendas del pan. Las otras tiendas siguen cerradas, correos abre a intervalos. En resumen, hay bastante tranquilidad en el contexto de Trípoli. Yo sólo puedo hablar de esta ciudad”.
Mons. Martinelli concluye con la descripción de la situación de los agentes pastorales de la Iglesia: "algunas religiosas han abandonado la zona de Benghazi, porque estaban estresadas debido a la situación. El resto de las religiosas, como todos los sacerdotes, han permanecido en el lugar”. (L.M.) (Agencia Fides 28/2/2011)


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