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Islamabad (Agencia Fides) - Las organizaciones terroristas de matriz islámica "Lashkar-e-Toiba”, una de las más grandes del sur de Asia, y otros grupos talibanes han lanzado una proclamación oficial (una especie de fatwa) contra el Ministro de las Minorías religiosas, el católico Shabhaz Bhatti. Según informan fuentes de Fides en Pakistán muy fiables, el ministro es ahora el blanco de los militantes: se ha convertido en un "objetivo legítimo" y lo pueden asesinar porque es "cómplice de blasfemia". El anuncio estaría motivado por el compromiso de Bhatti para la revisión de la ley sobre la blasfemia.
El ministro ya había recibido advertencias y amenazas: la organización radical "Majlis Ahrar-e-Islam", en los últimos días le había intimidado aconsejándole el "mantener la boca cerrada y no criticar la ley sobre la blasfemia". Meses atrás, el líder religioso Ahmed Mian Hammadi le había acusado de blasfemia y amenazado con la "decapitación". La posición del Ministro en el caso de Asia Bibi y su esfuerzo real para llevar a cabo un proyecto de revisión de la ley han generado, en un creciente clima de intolerancia, la nueva "fatwa" de grupos terroristas talibanes.
Mehdi Hasan, Presidente de la “Comisión por los Derechos Humanos en Pakistán" comenta a Fides: "Condenamos estas afirmaciones irresponsables de los grupos extremistas y expresamos nuestra solidaridad con el Ministro Bahtti. Estamos en una situación de creciente polarización e intolerancia. Sin embargo, algunos partidos políticos tratan de aprovechar el apoyo de grupos militantes islámicos. Es responsabilidad del gobierno detener a los terroristas, pero también el gobierno está bajo presión".
“La situación social está tomando un giro hacia lo peor y la tensión crece. Las presiones de grupos fundamentalistas se hacen cada vez más fuertes y las manifestaciones se suceden. Estamos preocupados por la posible violencia contra los líderes cristianos y los lugares de culto", dice una fuente de Fides de la comunidad cristiana.
Los grupos radicales islámicos protestaron ayer en Quetta y Lahore, pidiendo la namuus-e-risalaat, el llamado "respeto por el Profeta". El mullah Yousaf Qureshi, de la mezquita Masjid Mohabaat Khan en Peshawar, ha puesto una recompensa de 500 mil rupias por la cabeza de Asia Bibi, desafiando al gobierno sobre cualquier intento de modificar la ley sobre la blasfemia. Mañana, 5 de diciembre, se está preparando otra manifestación en Islamabad para presionar a las instituciones políticas y judiciales: el 6 de diciembre, de hecho, el Tribunal Superior de Lahore debe pronunciarse sobre la petición que pretende impedir al Presidente el conceder el indulto, y anunciar la fecha de la primera audiencia para el proceso de apelación de Asia Bibi.
Mientras tanto, procede el trabajo de selección para formar la Comisión que, por encargo del Presidente Zardari y bajo la dirección del Ministro Bhatti, deberá estudiar las modificaciones pertinentes a la ley sobre la blasfemia. La Comisión incluirá a líderes políticos, académicos y religiosos islámicos, representantes de la sociedad civil y deberá elaborar una propuesta de revisión con el fin de prevenir los abusos (PA) (Agencia Fides 4/12/2010)
