VATICANO - Benedicto XVI a los Obispos de Filipinas: “gracias a la proclamación el Evangelio trae sus frutos que cambian la vida”

martes, 30 noviembre 2010

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “Vuestra presencia aquí en Roma fortalece los vínculos de comunión entre la comunidad católica en Filipinas y la Sede de Pedro, una comunión que se remonta a más de cuatro siglos desde el primer ofrecimiento del sacrificio eucarístico en sus costas” ha recordado el Santo Padre Benedicto XVI a los Obispos de Filipinas recibidos en audiencia el 29 noviembre con motivo de su visita Ad Limina Apostolorum, esperando que esta comunión “pueda seguir actuando como fermento en la cultura actual, para que las generaciones actuales y futuras de los filipinos sigan encontrándose con el gozoso mensaje del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo.”
El Papa ha continuado: “Para ser ese fermento, la Iglesia siempre debe tratar de encontrar su propia voz, porque es a través de la proclamación como el Evangelio trae sus frutos que cambian la vida”. Esta “voz” se expresa en el compromiso moral y espiritual de las vidas de los creyentes, en el testimonio público ofrecido por los Obispos, así como por los profesores de primaria de la Iglesia, y por todos los que tienen una función en la enseñanza de la fe a los demás. “Gracias a la presentación clara del Evangelio de la verdad sobre Dios y el hombre –ha continuado el Papa-, generaciones de celosos clérigos filipinos, religiosos y laicos han promovido un orden social cada vez más justo. A veces, esta tarea de proclamación toca algunas cuestiones relevantes de la esfera política. No es sorprendente, ya que la comunidad política y la Iglesia, aun debidamente diferentes, están sin embargo ambas al servicio del desarrollo integral de todo ser humano y de la sociedad en su conjunto”.
Benedicto XVI ha remarcado que “el ministerio profético de la Iglesia pide que ésta sea libre ‘para predicar la fe, enseñar su doctrina social..., y dar su juicio moral, incluso sobre materias referentes al orden político, cuando lo exijan los derechos fundamentales de la persona o la salvación de las almas’. A la luz de esta tarea profética, encomiendo a la Iglesia en Filipinas a que intente desempeñar su papel en apoyo a la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, y en la defensa de la integridad del matrimonio y de la familia”. El Papa además ha expresado su satisfacción por el compromiso de la Iglesia en estas áreas y también por la abolición de la pena de muerte. Refiriéndose a la importancia de las comunicaciones sociales y de los medios de comunicación, el Papa ha afirmado: “se debe presentar una voz unificada y positiva en formas tanto de medios de comunicación antiguos como nuevos, para que el mensaje del Evangelio pueda tener un impacto cada vez más poderoso en las personas de la nación”. Además ha subrayado el papel del laicado católico, “competente en comunicaciones sociales”, para que “ocupe su propio lugar en la propuesta del mensaje cristiano de una manera convincente y atractiva”.
Por último, ha señalado el compromiso de la Iglesia con las preocupaciones sociales y económicas, en particular respecto a los más pobres y débiles de la sociedad, que se realiza a través de instituciones caritativas católicas comprometidas activamente en el país. “Muchos de vuestros conciudadanos, sin embargo, permanecen sin empleo, educación adecuada o servicios básicos y así vuestras declaraciones proféticas y vuestra acción caritativa a favor de los pobres continúa siendo muy apreciada – ha concluido el Pontífice -. Además de ese esfuerzo, estáis preocupados con razón por que haya un compromiso permanente en la lucha contra la corrupción, ya que el crecimiento de una economía justa y sostenible sólo se logrará cuando haya una aplicación clara y consistente de la regla de la ley en todo el país”. (SL) (Agencia Fides 30/11/2010)


Compartir: