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San José (Agencia Fides) – Son al menos, 20 muertos y una decena de desaparecidos las victimas causadas por un deslizamiento de tierra de una colina en las afueras de la capital de Costa Rica, después de dos días de fuertes lluvias. La noticia ha sido confirmada por el padre Sixto Edo Varela Santamaría, Vicario Episcopal para las Comunicaciones de la Diócesis de Alajuela. El presidente de Costa Rica, Laura Chinchilla, ha confirmado el balance de las víctimas después de la tragedia ocurrida en la madrugada del 4 de noviembre en Lajas, a unos 10 km al oeste de San José, donde el derrumbe de la montaña Pico Blanco ha provocado una avalancha enorme, que ha arrasado con todo lo que encontraba en su camino. La Cruz Roja está trabajando en el lugar para recuperar los cuerpos del fango, entre los escombros de las casas, los árboles caídos, las rocas y las muchas pertenencias personales dispersas después de la inundación provocada de la tormenta más grande que ha golpeado Costa Rica en los últimos años. El gobierno ha declarado la emergencia general.
El Arzobispo de San José, Mons. Hugo Barrantes, ha celebrado, el viernes, en la Iglesia de San Antonio de Escazú, los funerales de 17 personas que murieron en la avalancha de Lajas. El Arzobispo ha recordado en la celebración la difícil situación en la que vive el país y ha exhortado a ser solidarios con los que han perdido sus casas y con los más pobres. Mientras tanto, el huracán Tomas continúa su viaje: después de Haití, también Cuba y la República Dominicana se están preparando para afrontar la nueva emergencia. (CE) (Agencia Fides 6/11/2010)
