VATICANO - Jornada mundial de las misiones 2010: “Todos somos misioneros y juntos podemos hacer la diferencia”.

miércoles, 20 octubre 2010

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Como católicos, tenemos una responsabilidad maravillosa, por medio de nuestro bautismo, para lograr un cambio por el bien de nuestro mundo. Pero para hacer esto, debemos ser conscientes de la necesidad de lograr un cambio, en primer lugar en nosotros mismos, y luego en nuestras comunidades parroquiales locales. Esto es lo que el Santo Padre nos pide que hagamos, porque la gente de hoy, consciente o inconscientemente, quiere cambiar y quiere también “ver a Jesús”.
Este es el tema central del mensaje del Santo Padre Benedicto XVI, "La construcción de la comunión eclesial es la clave de la misión”, para la celebración de la Jornada mundial de las misiones, el domingo 24 de octubre. Esta ofrece a las, comunidades diocesanas y parroquiales, a los institutos de vida consagrada, a los movimientos eclesiales y a todo el pueblo de Dios, la ocasión para renovar el compromiso de anunciar el Evangelio y dar a las actividades pastorales una dimensión misionera más amplia.
El Santo Padre dice que todos debemos enriquecer nuestras vidas con una conciencia creciente del amor incondicional de Dios por nosotros y de su experiencia, que transforma nuestras vidas. Luego, a través de nosotros, nuestra sociedad cada vez más dividida se puede cambiar en una comunión eclesial. Lo hacemos a través de nuestro apoyo creativo y activo dentro de la comunidad e invitando a los demás para que juntos podamos promover “un humanismo nuevo, fundado en el Evangelio de Jesús”. “Él mismo nos dice: "El que me ame, será amado de mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él" (Jn 14, 21). Sólo a partir de este encuentro con el Amor de Dios, que cambia la existencia, podemos vivir en comunión con él y entre nosotros, y ofrecer a los hermanos un testimonio creíble, dando razón de nuestra esperanza (cf. 1 P 3, 15)”.
Hoy la gente está buscando algo diferente en medio de la confusión cotidiana de nuestro mundo y muchos de ellos quieren "ver a Jesús." Como comunidad cristiana, podemos y debemos darles el testimonio de nuestra esperanza, “pero no puede realizarse de manera creíble sin una profunda conversión personal, comunitaria y pastoral”. El mensaje da las gracias a los misioneros por su testimonio y nos pide a todos el contribuir para realizar “una renovación integral y a abrirse cada vez más a la cooperación misionera entre las Iglesias, para promover el anuncio del Evangelio en el corazón de toda persona, de todos los pueblos, culturas, razas, nacionalidades, en todas las latitudes”.
Como Secretario General de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe, tengo el privilegio de promover esta Jornada Misionera del Santo Padre y me gustaría dar las gracias a todos aquellos que colaboran con nuestros Directores Nacionales y Diocesanos por el éxito de nuestra colecta especial de solidaridad misionera de esta jornada. Mientras estoy de vieje en Zambia, en este mes misionero de octubre, puedo ver de primera mano cómo nuestros misioneros, que hacen un gran trabajo, están muy agradecidos, y puedo ver cómo las iglesias locales más pobres necesitan nuestra ayuda. Juntos formamos la Iglesia y somos misioneros por el bautismo; todos somos misioneros y juntos podemos hacer la diferencia.
Sabed que vuestra sensibilidad, vuestra generosidad y vuestras oraciones realmente hacen la diferencia y son muy apreciadas, como puedo ver aquí, en Zambia, donde se ha hecho un buen uso de las ofertas que del año pasado. Nuestras iglesias locales en todo el mundo no podría sobrevivir sin vuestro apoyo. Por lo tanto, "a pesar de nuestras dificultades económicas", debemos dar generosamente en esta Jornada Misionera, y así podremos, como una familia en misión, continuar a alcanzar, a través de "la oración, la meditación de la Palabra de Dios, y el estudio de las verdades de la fe" una conciencia real del amor incondicional de Dios por todos nosotros, como hermanos y hermanas. P. Timothy Lehane Barrett svd, Secretario General de la Obra Pontificia para la Propagación de la Fe. (Agencia Fides 10/20/2010)


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