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Escuintla (Agencia Fides) – Desde los primeros días de septiembre las lluvias han golpeado duramente las zonas de Escuintla, Suchitepéquez y Retalhuleu, en Guatemala (ver Fides 7/09/2010). La solidaridad cristiana ha salido al encuentro de los más pobres, aunque el esfuerzo realizado para ayudar a la población no es suficiente. La Comisión de comunicaciones de la Conferencia Episcopal ha contribuido a informar de la situación en la que se encuentran tantos pequeños pueblos en la zona afectada por las lluvias. Llegó a la Agencia Fides un dossier que contiene fotografías impresionantes de la situación. En Puerto de San José, por ejemplo, no hay un solo lugar que se encuentre totalmente seco. Por el contrario, se puede observar que el agua del río, que corre al lado del pueblo, ha inundado completamente todas las calles. Incluso el local de los bomberos ha sido invadido por el agua, a un nivel de varias decenas de centímetros, haciendo imposible cualquier intento de acción de ayuda.
La Conferencia Episcopal de Guatemala ha promovido la difusión del Mensaje escrito del Obispo de la diócesis de Escuintla, Mons. Víctor Hugo Palma Paul, con ocasión de la colecta especial por los desplazados de su diócesis. El texto tiene como título “No te canses de hacer el bien” (2 Tesalonicenses 3,13) y pide a todos reflexionar, en conciencia, sobre las esperanzas, alegrías, angustias y sufrimientos de todos los habitantes de la diócesis, y así actuar solidariamente.
Agrega el Obispo: “Aparte de los datos más amplios de todos conocidos, vale recordar que en el Puerto de San José han sido 24 las comunidades afectadas por inundaciones, en Iztapa 13, y varias en Nueva Concepción y La Gomera: inundaciones y pérdida de casas, de cosechas, daños a
la salud y a las perspectivas de vida difíciles especialmente para mujeres y niños”.
La carta además contiene una advertencia importante, en estos difíciles momentos para muchos cristianos de la zona: “Las recientes catástrofes naturales pueden ser erróneamente interpretadas como un “castigo divino” o “cumplimiento de las profecías bíblicas”. Y es que lastimosamente, los muchos errores y manipulaciones de la Sagrada Escritura por parte de las sectas
fundamentalistas no viene sino a deformar el rostro de Dios y a aumentar el sentimiento de soledad de los seres humanos. Por el contrario, la Fe auténtica nos remite a la afirmación sobre la creación: Y vio Dios que todo estaba bien (Génesis 1, 31): los desastres naturales son parte de un mundo material frágil, pero nunca de un mandato divino contra la Humanidad.
El Obispo de Escuintla recordó también a todos que “como Discípulos Misioneros debemos anunciar a Jesucristo”, y eso significa: la acción solidaria con los hermanos que sufren, establecer medidas de prevención contra los desastres naturales, prever el impacto de la posible actividad minera en Escuintla. Finalmente el Obispo invitó a todos a preparar el mes del Rosario en octubre rezando por la vida y por la paz. (CE) (Agencia Fides, 18/09/2010)
