VATICANO - “La Iglesia Católica en Brasil se empeña en una nueva evangelización que no escatime esfuerzos en la búsqueda de los católicos que se han alejado y de aquellas personas que poco o nada conocen del mensaje evangélico”, fueron las palabras del papa a los Obispos de la región nordeste 3

sábado, 11 septiembre 2010

Castel Gandolfo (Agencia Fides) – Hace más de cinco siglos se celebraba la primera Misa en Brasil. “Era la primera vez que el Evangelio de Cristo era proclamado a este pueblo, iluminando su vida cotidiana. Esta acción evangelizadora de la Iglesia católica fue y continúa siendo fundamental en la constitución de la identidad del pueblo brasileño que se caracteriza por la convivencia armoniosa entre personas de diversas regiones y culturas”. Lo recordó el Santo Padre Benedicto XVI hablando a los Obispos de la región nordeste 3 de la Conferencia Episcopal de Brasil, en Visita Ad Limina, recibidos el 10 de septiembre en el Palacio apostólico de Castel Gandolfo.
El Papa puso en evidencia que “hoy se observa una creciente influencia de nuevos elementos en la sociedad” que están provocando “un consistente abandono de la vida eclesial e incluso de la Iglesia misma por parte de muchos católicos, mientras que en el panorama religioso de Brasil, se observa una rápida expansión de comunidades evangélicas y neo-pentecostales”. Ello manifiesta una “difundida sed de Dios” y también una evangelización a veces superficial, en cuanto que “los bautizados no suficientemente evangelizados son fácilmente influenciables”, su fe, en efecto, es frágil y con frecuencia está basada en un devocionismo ingenuo. “Frente a esta situación se plantea – subrayó el Papa – por un lado la clara necesidad de que la Iglesia Católica de Brasil se empeñe en una nueva evangelización que no escatime esfuerzos en la búsqueda de los católicos que se han alejado y también de aquellas personas que poco o nada conocen del mensaje evangélico, conduciéndolos a un encuentro personal con Jesucristo vivo y operante en su Iglesia. Por otra parte, con el crecimiento de nuevos grupos que se proclaman seguidores de Jesús, aún cuando aparecen subdivididos en diversas comunidades y confesiones, se hace más imperativo, por parte de los pastores católicos, el esfuerzo por crear puentes para establecer contactos a través de un sano diálogo ecuménico en la verdad”.
Asimismo, Benedicto XVI reafirmó la urgencia del compromiso ecuménico, “ya que la división entre cristianos está en contraste con la voluntad del Señor”. Además, “la falta de unidad es causa de escándalo y termina por minar la credibilidad del mensaje cristiano proclamado en la sociedad”. Entre los obstáculos que se presentan para la búsqueda de la unidad de los cristianos, el Papa citó “una visión errónea del ecumenismo, que comporta una cierta indiferencia doctrinal que busca colocar en el mismo nivel, con irenismo acrítico, todas las ‘opiniones’ en una suerte de relativismo eclesiológico”, también la multiplicación de nuevos grupos cristianos, algunos de los cuales llevan a cabo un proselitismo agresivo. Por ello, en este contexto, es indispensable “una buena formación histórica y doctrinal –recordó el Pontífice retomando su discurso a los Obispos brasileños del 2007. El gran campo común de colaboración debería ser la defensa de los valores morales fundamentales, transmitidos por la tradición bíblica, contra su destrucción por parte de una cultura relativista y consumista; y también la fe en Dios Creador y en Jesucristo, su Hijo encarnado”.
Finalmente el Pontífice exhortó a los Obispos brasileños “a continuar realizando pasos positivos en esta dirección”, recordando que “el diálogo entre los cristianos es un imperativos del tiempo presente y una opción irreversible de la Iglesia” y que “en el centro de todos los esfuerzos en favor de la unidad deben estar la oración, la conversión y la santificación de la vida”. (SL) (Agencia Fides 11/09/2010)


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