VATICANO - Benedicto XVI a los jóvenes: “En la era de la globalización, sed testigos de la esperanza cristiana en el mundo entero”

sábado, 4 septiembre 2010

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “Cristo no es un bien sólo para nosotros mismos, sino que es el bien más precioso que tenemos que compartir con los demás. En la era de la globalización, sed testigos de la esperanza cristiana en el mundo entero: son muchos los que desean recibir esta esperanza”. Es la consigna que Benedicto XVI confía a los jóvenes y a las jóvenes de todo el mundo en su Mensaje con ocasión de la XXVI Jornada Mundial de la Juventud.
El Papa destaca que la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que se realizará en Madrid, España, en agosto de 2011, sobre el tema “Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe” (cf. Col 2,7), se celebra “en un momento en que Europa tiene que volver a encontrar sus raíces cristianas”. Si la juventud sigue siendo en toda época “la edad en la que se busca una vida más grande”, en la que se desea “algo más que la cotidianidad regular de un empleo seguro”, en cuanto “en un modo único y especial, la persona humana, hecha a imagen de Dios, aspira al amor, a la alegría y a la paz”, hoy “la cultura actual, en algunas partes del mundo, sobre todo en Occidente, tiende a excluir a Dios, o a considerar la fe como un hecho privado, sin ninguna relevancia en la vida social”. El Papa pone en guardia: “el relativismo que se ha difundido, y para el que todo da lo mismo y no existe ninguna verdad, ni un punto de referencia absoluto, no genera verdadera libertad, sino inestabilidad, desconcierto y un conformismo con las modas del momento”.
Comentando el versículo paulino escogido como tema de la Jornada Mundial de la Juventud: “Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe” (cf. Col 2,7), el Papa señala que “en el texto original las tres expresiones, desde el punto de vista gramatical, están en pasivo: quiere decir, que es Cristo mismo quien toma la iniciativa de arraigar, edificar y hacer firmes a los creyentes”. Benedicto XVI exhorta así a los jóvenes a construir la casa sobre la roca, a buscar seguir todos los días la Palabra de Cristo: “escuchadle como al verdadero Amigo con quien compartir el camino de vuestra vida. Con Él a vuestro lado seréis capaces de afrontar con valentía y esperanza las dificultades, los problemas, también las desilusiones y los fracasos”.
En el contexto cultural en el que hoy vivimos “hay una fuerte corriente de pensamiento laicista que quiere apartar a Dios de la vida de las personas y la sociedad... Pero la experiencia enseña que el mundo sin Dios se convierte en un ‘infierno’, donde prevalece el egoísmo, las divisiones en las familias, el odio entre las personas y los pueblos, la falta de amor, alegría y esperanza. En cambio, cuando las personas y los pueblos acogen la presencia de Dios, le adoran en verdad y escuchan su voz, se construye concretamente la civilización del amor, donde cada uno es respetado en su dignidad y crece la comunión, con los frutos que esto conlleva”.
Benedicto XVI exhorta a los jóvenes a aprender a “ver”, a “encontrar” a Jesús en la Eucaristía, en el Sacramento de la Penitencia, en los pobres, en los enfermos, en los hermanos que están en dificultad, en el diálogo personal con Él en la fe, mediante la lectura de los Evangelios y del Catecismo de la Iglesia Católica, en la oración. “Nuestra fe personal en Cristo, nacida del diálogo con Él – prosigue el Papa –, está vinculada a la fe de la Iglesia: no somos creyentes aislados, sino que, mediante el Bautismo, somos miembros de esta gran familia, y es la fe profesada por la Iglesia la que asegura nuestra fe personal... Cuántos cristianos han sido y son un testimonio vivo de la fuerza de la fe que se expresa en la caridad. Han sido artífices de paz, promotores de justicia, animadores de un mundo más humano, un mundo según Dios; se han comprometido en diferentes ámbitos de la vida social, con competencia y profesionalidad, contribuyendo eficazmente al bien de todos... También vosotros, si creéis, si sabéis vivir y dar cada día testimonio de vuestra fe, seréis un instrumento que ayudará a otros jóvenes como vosotros a encontrar el sentido y la alegría de la vida, que nace del encuentro con Cristo”. (SL) (Agencia Fides 4/09/2010)


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