AMÉRICA/GUATEMALA - La violencia aumenta, falta justicia, se sigue destruyendo la naturaleza: las preocupaciones de los Obispos

sábado, 28 agosto 2010

Ciudad de Guatemala (Agencia Fides) – “Hemos constatado varias situaciones que nos preocupan profundamente, como la tormenta Agatha, que ha causado gran destrucción debido a la enorme vulnerabilidad de nuestro país... Más lamentable ha sido, como lo informaron algunos medios de comunicación, que no todos los recursos donados llegaron a manos de quienes enfrentaban mayor necesidad... El incremento de la violencia: Nos duele constatar que la violencia ha crecido. En el primer semestre de este año hubo aproximadamente dos mil asesinatos, la mayoría de los cuales han quedado impunes”. Lo escriben los Obispos de Guatemala en un comunicado publicado por la Conferencia Episcopal al final de la II Asamblea Plenaria Extraordinaria, que se concluyó el 26 de agosto.
En el texto, enviado a la Agencia Fides, los Obispos expresan algunas consideraciones sobre la realidad de Guatemala, leyéndola a la luz del Evangelio, enriquecidas por el contacto directo con la realidad de las comunidades, como afirman en el comunicado. “Según un estudio de inteligencia civil – se lee en el texto – existe una estructura delincuencial bien organizada en la cual es difícil distinguir entre funcionarios de alto nivel, grandes empresarios, jefes de mafias, y ex-militares que para garantizar un estilo de vida cómodo se han involucrado en actividades ilícitas... La falta de aplicación de una justicia real e imparcial contribuye a aumentar la descomposición social y a crear una inestabilidad política... La ausencia de la verdad es cada día más notoria. Impera el arte de mentir en todos los ámbitos de la sociedad”.
Se afirma asimismo que subsiste “un profundo y progresivo daño ecológico” en muchas zonas del país, por esto los Obispos manifiestan su comunión y apoyo a Mons. Álvaro Ramazzini y a Su Eminencia el Card. Rodolfo Quezada, por sus “repetidas intervenciones advirtiendo del daño que produce el que se continúe con la minería a cielo abierto así como la explotación del petróleo en el área protegida conocida como la Laguna del Tigre”. El comunicado pone en evidencia la existencia de “una campaña mediática, astutamente impulsada, que hace que parezca como bueno y deseable lo que no puede justificarse de ninguna manera. El pretexto es demostrar que lo más importante es atraer la inversión extranjera no importa si se destruye o se respeta la riqueza natural de nuestro país”.
El documento concluye con un aliento de esperanza: “En medio de este panorama difícil y desafiante, nosotros, sucesores de los apóstoles, queremos testimoniar con el Apóstol Pablo: “vivimos siempre apretados pero no aplastados, apurados pero no desesperados; perseguidos pero no abandonados; derribados pero no rematados (2 Cor. 4,8.12)... Por ello, los exhortamos a todos y todas, creyentes y no creyentes, para hacer de nuestra historia, personal y comunitaria, desde la fe en la Palabra de Dios y la Vida nueva que ha sido puesta en nosotros, una historia de salvación”. (CE) (Agencia Fides, 28/08/2010)


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