ASIA/PAKISTÁN - El Obispo de Faisalabad: “Fuerzas oscuras crean tensión y odio interreligioso en el país”

martes, 20 julio 2010

Faisalabad (Agencia Fides) – Mons. Joseph Coutts está cansado y preocupado. Ha pasado también él una noche en vela, mantenido un estrecho contacto con sus sacerdotes - que estaban en Waris Pura, para tratar de detener la violencia anti-cristiana -, pero también con las autoridades civiles y policiales que han restituido la calma y el orden en el suburbio. Esta mañana, ha celebrado el funeral de dos hermanos de familia católica - que quiere poner de relieve - asesinados ayer delante del tribunal que les había absuelto de la acusación de blasfemia. Pero Mons. Coutts subraya la importancia de “dar a conocer la dramática situación de la Iglesia en Pakistán” y por eso concede con gusto esta entrevista a la Agencia Fides:
Mons. Coutts, ¿como es hoy la situación de los cristianos en Faisalabad?

La situación es trágica. El doble asesinato de ayer y el rastro de la violencia son una tragedia no solo para la Iglesia de Faisalabad, sino para todos los cristianos de Pakistán. Quiero recordar que en 1994 ocurrió un incidente similar: Mansur Masih, un cristiano acusado de blasfemia y absuelto, fue asesinado al salir del tribunal de Lahore y otros dos resultaron heridos. Y Arif Iqbal Bhatti, uno de los jueces que le había absuelto, fue asesinado también posteriormente. Todavía recuerdo el episodio del ataque masivo contra la colonia cristiana de Gojra, el año pasado. Son las mismas dinámicas: significa que no ha habido un progreso real. La comunidad cristiana está muy sacudida y desanimada.
¿Hubo más muertos y heridos en el ataque a Waris pura?

Los ataques en masa han creado pánico, dañado tiendas e instalaciones, pero no ha habido muertos ni heridos graves, solo algunos fieles con heridas leves. Debo decir que las autoridades y la policía han hecho un buen trabajo, interviniendo inmediatamente para detener y dispersar a los militantes. Ciertamente, el impacto para las familias cristianas indefensos, que se sentían perseguidas ha sido muy fuerte y todavía se advierte.
¿Qué es lo que ha generado toda esta violencia?

En las últimas semanas, ha circulado un folleto escrito a mano en el que había acusaciones muy fuertes contra el Islam y ofensas graves contra el profeta Mahoma. Esto ha creado ira en los grupos musulmanes. Muchos de ellos ahora piensan que los cristianos realmente quieren desafiar al Islam e insultar al Profeta. De ahí la tensión ha aumentando ya en los últimos días: los dos hermanos fueron acusados de ser los autores del folleto. Pero el tribunal estimó que no era así.
¿Quiénes son los autores, en su opinión?

Por supuesto que no han sido los cristianos a escribir y distribuir ese folleto. Ha sido escrito y distribuido con el fin de provocar: hay fuerzas oscuras que tratan de crear odio y conflicto entre las dos comunidades. Piense en los recientes ataques contra el templo de los Ahmadi en Lahore y la mezquita chiíta en Sargodha, ahora la violencia en Faisalabad: creo que es una estrategia para elevar la tensión y el odio interreligioso en Pakistán. No será fácil luchar contra estas fuerzas del mal, pero usaremos todas nuestras fuerzas, con la ayuda de Dios
¿Cómo pretende actuar?

Nos mantendremos en contacto con las autoridades civiles y los líderes religiosos, explicando que los cristianos no odian a los musulmanes y quieren la paz. Por supuesto que hoy en día este trabajo es bastante difícil, ya que se ha producido una brecha entre la comunidad cristiana, que en Faisalabad es muy numerosa, y amplios sectores de la Islámica. Estamos tratando de mediar, gracias a la buena voluntad de algunos líderes islámicos, pero es muy difícil. El primer paso es reconstruir la confianza mutua.
¿Qué ha dicho a los fieles durante el funeral de los dos hermanos asesinados?

En una atmósfera de tristeza, dolor y alta tensión emotiva, le dije a la gente que la sangre de estas personas inocentes se lo ofrecemos a Dios junto con la Sangre de Cristo. Servirá para nuestra salvación y esperamos también, para sanar a nuestra comunidad de Faisalabad de las enfermedades del odio y la violencia. Los dos hermanos eran de familia católica y ambos habían sido bautizados en nuestra Iglesia. Recientemente, uno de ellos, Rashid, a través de un breve curso por Internet, había recibido el mandato de un grupo protestante para predicar la Biblia. Llevaremos siempre a estos dos inocentes en nuestros corazones.

¿Cree usted que la violencia deriva de la ley sobre la blasfemia?

La ley sobre la blasfemia está en la raíz de esta situación trágica. La Iglesia de Pakistán está en primera línea, con la Comisión de Justicia y Paz, de la Conferencia Episcopal para pedir su abolición. Vamos a continuar esta campaña de justicia, de libertad y de derechos. Pero la ley es el resultado de una mentalidad, una actitud cultural: hay que trabajar duro en el diálogo interreligioso para cambiar esta mentalidad. Entre muchos líderes musulmanes existe rabia también por la situación internacional, y circulan ideas radicales contra Occidente y contra el Sionismo. Nuestro trabajo de mediación y establecimiento de la paz no es fácil, pero confiamos en la ayuda de Dios y de todos los cristianos del mundo.
¿Qué pide a la Iglesia universal?
Invito a la Iglesia universal a tomar conciencia de la situación de sufrimiento de los cristianos en Pakistán. Sólo así podremos contar con el apoyo de la oración en la que confiamos, y cualquier otro tipo de ayuda a nuestra misión. (PA) (Agencia Fides 20/7/2010)


Compartir: