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Karachi (Agencia Fides) – “En el contexto social pakistaní, en el que son común abusos y discriminaciones a la mujer, las mujeres cristianas son las más débiles e indefensas y por lo tanto expuestas a vejaciones y violencias”: lo dice a la Agencia Fides Rosemary Noel, coordinadora nacional de la “Pakistan Catholic Women Organization” (PCWO, Organización de las Mujeres Católicas de Pakistán) comentando el episodio de la violencia contra Magdalene Ashraf, estudiante católica de Karachi, que en estos días ocupa a las crónicas nacionales (ver Fides 17/7/2010).
“La PCWO se ocupa del caso, y está en contacto con la familia de la víctima, ha organizado y participado a las manifestaciones que siguen bajo el hospital de Karachi donde se realizó la violencia”, explica Noel a Fides. “Estamos presentes con otras organizaciones de la sociedad civil para compartir esta lucha de civilizaciones y para evitar la impunidad. Queremos asegurarnos de que los culpables sean perseguidos legalmente. Parece que el gobierno se está ocupando del caso, pero la atención de la sociedad civil y de la Iglesia en Pakistán debe permanecer alta”, afirma.
“El problema de la violencia contra las mujeres es serio: en particular las mujeres cristianas son entre las víctimas privilegiadas de los abusos. Son trabajadoras domésticas o enfermeras que sufren molestias sexuales o violencia física y psicológica. Se trata frecuentemente de jóvenes sin instrucción, y los empleadores se aprovechan. No tienen derechos o tutela de ningún tipo, son discriminadas y carecen de oportunidades. Los casos de violencia que llegan a las noticias, como el de Karachi, son una parte infinitesimal del fenómeno”, explica. En los meses pasados la comunidad cristiana en Pakistán se movilizó por otros dos casos clamorosos, el de Shazia Bashir (ver Fides 25/1/2010) y el de Sumera Pervaiz (ver Fides 29/4/2010).
“Por esto la PCWO trabaja sobre todo el territorio nacional con programas de concientización sobre los derechos y en favor de la instrucción de las mujeres, que sigue siendo el punto crucial”, señala Noel. Asimismo “trabajamos en red con otras organizaciones, cristianas y no cristianas, que defienden los derechos de las mujeres en Pakistán, y promueven su condición social”, concluye.
Según la Comisión “Justicia y Paz” de los Obispos pakistaníes, “la violencia, los crímenes y los abusos sexuales contra las mujeres que pertenecen a las minorías religiosas se realizan de modo sistemático y hunden sus raíces en prejuicios de raza, clase y religión”. Las leyes discriminatorias, señaladas también por la Comisión nacional sobre la Condición de la Mujer, siguen en vigor.
En 2009 la violencia contra las mujeres ha crecido del 13% a nivel nacional: en el 2008 fueron censados 7571 incidentes, en el 2009 son 8548, como informa la “Aurat Foundation”, activa desde hace más de 20 años para promover los derechos de las mujeres en Pakistán. La Comisión “Justicia y Paz” pide al gobierno la revoca de todas las leyes discriminatorias contra las mujeres y el nombramiento de un Comisario nacional para la tutela de los derechos de las mujeres. (PA) (Agencia Fides 19/7/2010)
