ASIA/PAKISTÁN - Enfermera católica violada: la Iglesia defiende los derechos de las mujeres

sábado, 17 julio 2010

Karachi (Agencia Fides) – Magadalene Ashraf, estudiante católica de enfermería de 22 años, fue violada el 13 de julio por un médico musulmán y se encuentra en condiciones críticas por las heridas recibidas a la cabeza y las piernas después de haber precipitado de una de las ventanas del “Jinnah Postgraduate Medical Centre”, hospital de Karachi donde estudiaba. La policía arrestó al médico y está tratando de entender si la joven saltó por la ventana o si fue empujada. Según las fuentes de Fides en Karachi, la comunidad católica está sorprendida, y varios grupos de la sociedad civil, incluyendo organizaciones católicas y musulmanas han manifestado en los días pasados delante del hospital, protestando por la violencia contra las mujeres en el país.
“Nos solidarizamos con la familia de Magdalene, estaremos junto a ella para cualquier exigencia y apoyo que necesiten a nivel legal o de cualquier otro tipo”, declara a la Agencia Fides Saleh Diego, responsable de la “Comisión Justicia y Paz” de la diócesis de Karachi. “La familia tiene miedo de ser víctima de nuevas violencias y teme por su futuro”, nos cuenta. “Este caso pone nuevamente en primer plano la cuestión de los derechos y de la dignidad de la mujer en Pakistán. La Iglesia católica hace todo lo que puede para promover su dignidad, su educación y defender sus libertades fundamentales” afirma a Fides el sacerdote.
La violencia contra las mujeres en Pakistán es un tema sensible para la red “AASHA”, abreviación de “Alliance Against Sexual Harassment” (Alianza contra la violencia sexual), palabra que en lengua urdu significa “esperanza”. AASHA es una liga de ONG pakistaníes e internacionales presentes en el país que desde hace más de 10 años lleva adelante una batalla a favor de la defensa de las mujeres. Rukhsana Shama de “Action Aid – Pakistán”, una de las ONG de AASHA, explica a la Agencia Fides: “La violencia contra las mujeres está muy difundida y es uno de los problemas más graves de la sociedad pakistaní. Existen varios tipos de violencia, desde la sexual hasta la doméstica, o también la que les impide acceder a la educación. La situación es particularmente grave en la provincia de Punjab donde a las tradiciones culturales y sociales restrictivas hacia el sexo femenino se unen prácticas relacionadas al fundamentalismo religioso que esclaviza a las mujeres”.
El gobierno del Presidente Ali Zardari aprobó en marzo del 2010 una ley, conocida como “Documento para la protección y contra la violencia sobre las mujeres en los lugares de trabajo”. “Es un paso adelante pero no es suficiente”, nos ilustra Shama. “Le ley tiene que ser puesta en práctica, para que se dé un cambio real. En el origen está el problema del rol subalterno de la mujer en la sociedad, que viola sus derechos y su dignidad: esta es la raíz de todas las violencias”. (PA) (Agencia Fides 17/7/2010)


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