OCEANÍA/AUSTRALIA - Llamamiento al nuevo gobierno: no demonizar a los inmigrantes clandestinos ni usarlos como “capital político”

viernes, 25 junio 2010

Sidney (Agencia Fides) – En ocasión de la conclusión de la Semana Nacional de los Refugiados, las organizaciones católicas, las organizaciones a favor de los derechos humanos y las agencias para los refugiados, han hecho un llamamiento al nuevo Primer Ministro, Julio Gillard, para que asuma personalmente la cuestión de los refugiados, en particular de los inmigrantes clandestinos. A pesar de que cuatro de cada cinco de éstos arriban a Australia vía aérea en comparación con la vía marítima, los australianos parecen preocuparse más de estos últimos, declaró recientemente el sacerdote Marista Jim Carty, partidario de los inmigrantes locales y de ultramar. P. Jim, apenas reentrado de la Christmas Island luego de nueve semanas, se unió a la voz de la Conferencia Episcopal australiana y de los grupos de refugiados que piden al Gobierno el evitar cualquier demonización y estereotipo o de usarlos como “capital político”.
“El problema de los inmigrantes en espera de asilo se debe afrontar con racionalidad y no con emotividad”, dijo el padre Jim quien también advirtió sobre un eventual retorno a una “campaña de terror” que además de demonizar a los inmigrantes clandestinos, incluso los describe como terroristas. “Trabajando con los prófugos de 1979, del extranjero y de Australia, y como ex coordinador del House of Welcome, centro ecuménico sostenido por la Arquidiócesis de Sydney que ofrece ayuda a los refugiados y a cuantos están en espera de la visa, el P. Jim teme un retorno a la Pacific Solution del precedente gobierno según la cual los inmigrantes clandestinos eran procesados en las islas, como la de Nauru. Esta práctica se mostró traumática y dañina para personas ya gravemente traumatizadas, 74 de estas personas eran niños que han mostrado problemas relacionados con enfermedades mentales. Además es muy costoso para Australia que continúa dando penas de tres o cuatro años de cárcel en el archipiélago.
El Obispo Mons. Joe Grech, portavoz de la Conferencia Episcopal Australiana para los refugiados en espera de asilo, sosteniendo el punto de vista del Obispo Mons. Christopher Saunders, Presidente del Consejo Australiano de Justicia Social, reafirmó que la Iglesia católica ha siempre considerado a los refugiados en espera de asilo como seres humanos y como tal deben ser tratados. El presidente del Refugee Council of Australia, John Gibson, añadió que sería útil que el nuevo Primer ministro sensibilizara al país ante el hecho de que el número de personas que llegan a Australia en búsqueda de asilo es insignificante en comparación al resto del mundo. “A menudo los australianos no comprenden la fuerza que significa la migración para el país” dijo el Padre Maurizio Pettena, director del Australian Catholic Migrant and Refugee Office, subrayando el hecho de que estas personas trabajan duramente, están seriamente comprometidas con la comunidad australiana y contribuyen notablemente a la industria del país. (AP) (Agencia Fides 25/6/2010)


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