ASIA/COREA DEL SUR - “Ayudas humanitarias y nuevos caminos para el dialogo y la reconciliación con el Norte”: exhortación del Presidente de la Conferencia Episcopal

sábado, 19 junio 2010

Seúl (Agencia Fides) – “La Iglesia coreana sostiene y alienta los esfuerzos de los líderes religiosos por la paz y la solidaridad. Urge encontrar nuevos caminos para el dialogo y la reconciliación. La ayuda humanitaria para el norte son algo muy positivo: pueden re presentar un canal para atenuar la atmósfera de tensión que existe hoy entre Norte y Sur Corea”, es cuanto afirma en una entrevista a Agencia Fides Su Exc. Mons. Peter Kang, Obispo de Cheju y Presidente de la Conferencia Episcopal de Corea, en la vigilia de la Jornada de Oración por la Reconciliación, promovida por los Obispos Coreanos, que se celebra mañana, 20 de junio. El Obispo destaca la “preocupación por la inminente catástrofe humanitaria en el norte”, y por “el riesgo de guerra que sería una gran tragedia”, pidiendo a la Iglesia universal unirse a la intensa oración por la paz y la reconciliación que se elevará mañana desde todas las iglesias coreanas.

Excelencia, ¿la Iglesia pide oficialmente al gobierno retomar la ayuda humanitaria al norte?

Hemos formulado tal pedido junto a otras comunidades religiosas. La Iglesia en Corea sostiene y alienta todo esfuerzo de los líderes religiosos por la paz y por la solidaridad. En esta fase de extrema tensión, urge encontrar nuevos caminos para impulsar el dialogo y promover la reconciliación. La ayuda humanitaria para el norte son un acto muy positivo, retomarlos sería un gesto para manifestar la voluntad de ayudar a todos los hermanos norcoreanos que sufren hambre y pobreza: por lo tanto podría tener un efecto positivo frente al gobierno del norte.

¿Qué hace en este momento Caritas Corea?

La Caritas Corea no puede hacer nada si todas sus actividades hacia el norte son blocadas. Es una situación que no se registraba desde hace décadas. Nuestra preocupación es salvar a los civiles inocentes y los grupos más vulnerables, como niños, que sufren las dramáticas consecuencias del bloqueo de la ayuda. Las ONGs hablan de una inminente tragedia humanitaria en el norte: no tenemos noticias directas, pero justamente queremos evitar una tragedia.

¿Cómo evalúa la política del gobierno de Seúl hacia el norte?

El gobierno del Presidente Lee había suspendido las actividades de cooperación desde el 2008, actividades que se habían reactivado con el gobierno anterior con ayuda económica a diversos niveles. La actitud a la cuestión norcoreana del Ejecutivo ha cambiado. Además la crisis iniciada en marzo pasado (la barca surcoreana Cheonan hundida por un torpedo que se cree de origen norcoreano)- agravó netamente la situación, llevando a la clausura total de las fronteras. Desde entonces adiós a la ayuda umanitaria. Tras la reciente crisis, miedos y sentimientos de hostilidad se han difundido en el país y tememos una aumento de la violencia.

¿Cuáles son los pasos urgentes a realizar hoy?

Hoy urge detener esta espiral que se autoalimenta, e individuar nuevas calles y medios para reactivar el dialogo. El dialogo directo con el Norte es muy difícil por varios motivos: por la tensión que se ha creado a nivel del gobierno y en la sociedad; además el norte es un interlocutor sui generis, que no responde a los cánones convencionales. Por esto es fundamental el dialogo indirecto, mediante otros países, como China, que pueden tener una influencia determinante sobre Pyongyang. Además pienso en la necesidad de una mayor involucración de las instituciones internacionales como la ONU.

¿En este contexto, como actuará la Iglesia?

En esta delicada situación los líderes religiosos continúan proclamando una sola palabra: reconciliación. Como cristianos no podemos hacer otra cosa sino recordar a todos los coreanos y al mundo que el bien supremo es este. Continuaremos sensibilizando la opinión pública coreana, que hoy está dividida entre quienes comprenden la importancia de terminar la tensión y dar nuevamente espacio al dialogo, y cuantos conservan aún hostilidad y no quisieran, se dice, “extender una mano a quien los ataca”.

¿Es este el objetivo de la Jornada de Oración del 20 de junio?

Justamente por ello la Iglesia ha promovido, mediante la Conferencia Episcopal, la “Jornada de Oración por la Reconciliación y la Unidad del pueblo coreano”, que se celebrará mañana, 20 de junio en todas las diócesis. El tema es “Beatos los operadores de paz porque serán llamados hijos de Dios” (Mt 5,1). Será una Jornada de oración y de ayuno por la paz. Pedimos a todas las Iglesias del mundo se unan a nosotros en la oración universal por un futuro de paz en la península coreana. La guerra sería una tragedia que todos queremos evitar usando el medio más potente y eficaz que tenemos: la oración. (PA) (Agencia Fides 19/06/2010)


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