AMERICA/GUATEMALA - “Tenemos que ser nosotros mismos los que ofrezcamos el poco o mucho que tengamos a aquellos que han perdido todo”: se agrava el balance de la tempestad en Centroamérica, apelo del Santo Padre

viernes, 4 junio 2010

Ciudad de Guatemala (Agencia Fides) - Muertos, heridos y muchas personas sin hogar, viviendas destruidas, carreteras cubiertas de barro, comunidades aisladas: aún no se ha podido hacer un balance exacto de los daños ocasionados por la tormenta tropical Agatha, que se produjo en América Central la semana pasada. Hasta el momento, según las cifras oficiales, 152 personas han muerto y 93 han desaparecido. Guatemala es el país que más ha sufrido el paso de la tempestad y la situación es muy crítica.
El Santo Padre Benedicto XVI ha exhortado a la comunidad internacional para que envíe ayudas a Guatemala. En un telegrama firmado por el Secretario de Estado Vaticano, el Cardenal Tarcisio Bertone, el Santo Padre ha expresado sus condolencias a Guatemala por las víctimas de la tragedia y se ha mostrado “profundamente entristecido” por la tragedia que ha golpeado Guatemala, pidiendo a la comunidad cristiana que exprese “sentimientos de caridad para colaborar en la reconstrucción de las zonas devastadas”. El Santo Padre exhorta a la comunidad internacional, las instituciones y a todas las personas de buena voluntad a ofrecer una “solidaridad fraterna, una ayuda eficaz para superar estos momentos difíciles”.
En el informe publicado el 31 de mayo por el Presidente de Guatemala, Álvaro Colom, se lee que más de 155.000 personas fueron evacuadas. La destrucción ha sido mayor debido a una erupción volcánica producida unos días antes. El volcán Pacaya, ubicado a 50 kilómetros al sur de la ciudad de Guatemala, ha cubierto la ciudad de ceniza y ha obligado al cierre forzoso del aeropuerto Internacional La Aurora, acontecimiento que ha impedido en parte las actividades de socorro.
La Iglesia Católica a través de las Caritas diocesanas de Guatemala y de las diversas diócesis, ha tomado medidas para ayudar a los más pobres que han perdido lo poco que podía tener. Mons. Víctor Hugo Palma, Obispo de Escuintla, ha emitido un comunicado publicado por la Conferencia Episcopal de Guatemala, donde pide a toda la población el hacer frente a estos momentos difíciles con fe y con amor fraternal: “Nadie en Guatemala está exento de los efectos de estos desastres, por ello tenemos que ser nosotros mismos los que ofrezcamos el poco o mucho que tengamos a aquellos que han perdido todo..”, se lee en la carta enviada por la Diócesis de Escuintla a la Agencia Fides.
Aunque Guatemala es el país centroamericano más afectado por estos desastres naturales, no es el único. En El Salvador, por ejemplo, la prensa habla de unas 10.000 personas obligadas a abandonar sus hogares por la tempestad, aproximadamente el 95% de las carreteras en El Salvador se han dañado y al menos 10 personas han muerto. En Honduras, la situación no es muy diferente. Según un comunicado emitido por la Comisión Permanente de contingencias (COPECO), 17 personas han muerto debido a las lluvias, una persona ha desaparecido y cuatro están heridos. Además 3.227 personas han tenido que dejar sus hogares y 3.168 se han refugiado en campamentos de socorro. (CE) (Agencia Fides 4/6/2010)


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