VATICANO - Benedicto XVI invita a rezar “por todos los ministros del Evangelio, para que el mensaje de la salvación sea anunciado a todas las gentes” y recuerda la Jornada de oración por la Iglesia en China

lunes, 24 mayo 2010

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “Cincuenta días después de la Pascua, celebramos la solemnidad de Pentecostés, en la que recordamos la manifestación de la fuerza del Espíritu Santo, el que – como viento y como fuego – bajó sobre los Apóstoles reunidos en el Cenáculo y los hizo capaces de predicar con valentía el Evangelio a todas las gentes (cfr At 2,1-13)”: antes de rezar la oración mariana del Regina Caeli con los fieles y los peregrinos reunidos en Plaza San Pedro el Domingo de Pentecostés, el 23 de mayo, el Papa recordó lo que narran los Hechos de los Apóstoles, y puso en relieve como “la Iglesia vive constantemente de la efusión del Espíritu Santo, sin el cual agotaría sus fuerzas, como una barca a vela a la que le faltase el viento”. Pentecostés se renueva en algunos momentos fuertes, en pequeñas asambleas y en grandes reuniones, como en las Liturgias vividas en momentos especiales para la vida de la comunidad, “en las que la fuerza de Dios se ha percibido en modo evidente, infundiendo en los ánimos alegría y entusiasmo”.
Acerca de la relación entre Pentecostés y la Virgen María, el Papa prosiguió: “No hay Iglesia sin Pentecostés. Y añadiría: no hay Pentecostés sin la Virgen María. Así fue al inicio, en el Cenáculo... y así es siempre, en todo lugar y en todo tiempo”. Benedicto XVI, haciendo memoria de su reciente visita a Fátima, añadió que “en cualquier lugar en el que los cristianos se reúnen en oración con María, el Señor dona su Espíritu”. Finalmente invocó “una renovada efusión del divino Paráclito” para toda la Iglesia, “en particular, en este Año Sacerdotal, para todos los ministros del Evangelio, para que el mensaje de la salvación sea anunciado a todas las gentes”.
Después de la oración mariana el Santo Padre recordó la Jornada de oración por la Iglesia en China con estas palabras: “La memoria litúrgica de la Bienaventurada Virgen María, Auxilio de los Cristianos, nos ofrece – mañana 24 de mayo – la posibilidad d celebrar la Jornada de oración por la Iglesia en China. Mientras los fieles que están en China rezan para que la unidad entre ellos y con la Iglesia universal sea cada vez más profunda, los católicos en el mundo entero – especialmente los que son de origen china – se unen a ellos en la oración y en la caridad, que el Espíritu Santo infunde en nuestros corazones particularmente en la solemnidad de hoy” (SL) (Agencia Fides 24/05/2010; líneas 25 palabras 408)


Compartir: