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Bangkok (Agencia Fides) – “Nosotros, los católicos, que formamos parte de la sociedad tailandesa, no podemos permanecer indiferentes en esta delicada situación de conflicto. Todos los hombres son hijos de Dios: urge respetar el valor de la vida y la dignidad humana. Los principios de amor, compasión y perdón son el único medio para salir de esta crisis”: es lo que afirma toda la Iglesia católica tailandesa en un acorado apelo enviado a la Agencia Fides. El documento está firmado por la Conferencia Episcopal de Tailandia, de la Asociación de Superiores Mayores de las órdenes religiosas (masculinas y femeninas), de las agregaciones y de los movimientos laicales eclesiales, de escuelas e institutos católicos, de la Asociación de mujeres y de empresarios católicos .
Todos los componentes más significativos de la comunidad católica de Tailandia, en todos los niveles, han unido sus fuerzas y han lanzado - con voz única - un llamamiento para una pronta resolución de la crisis social y política en el país, pidiendo a todos que abandonen la violencia y no permitan que haya más derramamiento de sangre.
“La crisis actual – observa el texto publicado a través de la Agencia Fides - deriva del conflicto y de las divisiones dentro de la sociedad, como nunca antes se habían dado en la historia nacional, que han causado perdidas de vidas humanas y daños materiales. Si la violencia no se detendrá, conducirá a la catástrofe nuestro amado país”, advierte el texto.
Los ciudadanos católicos tailandeses, sintiéndose interpelados directamente a trabajar por el bien común de la nación, recuerdan que “todos somos hijos de Dios y todos debemos estar enamorados de nuestra nación, con una atención especial, sin condiciones y sin discriminación a los habitantes de las zonas rurales” .
Por esto se nos llama “al pleno respeto del valor de la vida humana y la dignidad” a “mantener como puntos firmes los principios del amor, la compasión y del perdón, según la Palabra de Dios: hacer a los demás lo que os gustaría que se hiciese a vosotros”.
Los católicos piden a todas las fuerzas en campo “de detener todo tipo de violencia y de usar medios pacíficos para resolver definitivamente el doloroso conflicto en acto, para reconstruir la armonía social en la nación”.
En particular, como creyentes que profesan la fe en Cristo Jesús, todos se comprometen “a reunirse para la Celebración Eucarística, rogando a Dios por la paz y ofreciendo oraciones especiales por las víctimas del conflicto; a rezar el Rosario por la paz, todos los días durante todo el año 2010; a guardar un minuto de silencio y meditación todas las noches, a las 18 horas, como una oración por la unidad y la paz en el país”.
Mientras tanto, los fieles católicos y las iglesias de la capital, se han organizado directamente para atender a las personas “desplazadas internas” que han huido de las zonas de la ciudad donde ha habido, y todavía hay enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden. La Iglesia tailandesa está organizando un gran encuentro de oración, pacífico y público, el próximo domingo 23 de mayo, en Bangkok para instar a los fieles y a todas las personas de buena voluntad a dar la primacía al espíritu, a invocar a Dios, a trabajar por la reconciliación de la nación. (PA) (Agencia Fides 20/5/2010)
