VATICANO - “ El Espíritu Santo anime en todo el mundo la misión de la Iglesia”: el Papa recuerda el viaje a Portugal y saluda a los sacerdotes del Colegio Internacional San Pablo

jueves, 20 mayo 2010

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Al final de la audiencia general del miércoles 19 de mayo el Papa Benedicto XVI ha saludado a los peregrinos de lengua italiana, dirigiéndose a los sacerdotes del Colegio Internacional San. Pablo con estas palabras: “Doy una cordial bienvenida a los peregrinos de lengua italiana. En particular, ha saludado a los sacerdotes del Colegio Internacional San Pablo de Roma, que han terminado sus estudios en las diversas Universidades Pontificias y están a punto de regresar a sus países, y les exhorto a vivir con mayor fidelidad el ministerio pastoral, conservando como un tesoro la formación espiritual y teológica recibida en estos años en Roma”.
En su catequesis durante la audiencia, el Santo Padre ha desandado el camino de su reciente viaje apostólico a Portugal, en ocasión del décimo aniversario de la beatificación de los pastorcillos Francisco y Jacinta. “En la Capital – ha recordado Benedicto XVI -, desde donde han partido a través de los siglos muchos misioneros para llevar el Evangelio a muchos Continentes, he animado a todos los miembros de aquella Iglesia particular a una vigorosa acción evangelizadora en los diferentes ámbitos de la sociedad, para ser sembradores de esperanza en un mundo marcado a menudo por la desconfianza. En particular, ha exhortado a los creyentes a ser predicadores de la muerte y resurrección de Cristo, corazón del cristianismo, centro y apoyo de nuestra fe y razón de nuestra alegría”.
Así que en Fátima, “me hice un peregrino con los peregrinos” ha dicho el Papa, “poniendo a los pies de Nuestra Señora las esperanzas y también las preocupaciones del mundo entero”. En la iglesia de la Santísima Trinidad “he dado gracias por los sacerdotes, religiosos, religiosas, diáconos y seminaristas llegados de todas partes de Portugal, por su testimonio a menudo silencioso y no siempre fácil y por su fidelidad al Evangelio y a la Iglesia”. La culminación de la visita pastoral ha sido la celebración eucarística del 13 de mayo, aniversario de la primera aparición de Nuestra Señora a Francisco, Jacinta y Lucía:: “el mensaje duro y al mismo tiempo reconfortante que la Virgen ha dado en Fátima está lleno de esperanza - ha explicado el Santo Padre -. Es un mensaje centrado en la oración, la penitencia y en la conversión, que se proyecta más allá de las amenazas, peligros y horrores de la historia, para invitar al hombre a tener confianza en Dios, a cultivar la gran Esperanza, a tener experiencia de la gracia de Dios para enamorarse de Él, fuente del amor y de paz”. En la última etapa del viaje, durante la Santa Misa celebrada en la ciudad de Porto, “a la gran multitud de fieles reunidos en la Avenida dos Aliados he recordado el compromiso de testimoniar el Evangelio en todos los ambientes – ha dicho el Santo Padre – ofreciendo al mundo Cristo resucitado para que cada situación de dificultad, de sufrimiento, de miedo se transforme por medio del Espíritu Santo, en ocasión de crecimiento y de vida”. Al final de su discurso, el Santo Padre ha invitado a unirse a su oración “por que por intercesión de María Santísima, el Espíritu Santo haga fructífero este Viaje apostólico y anime en el mundo entero la misión de la Iglesia, instituida por Cristo para anunciar a todos los pueblos el Evangelio de la verdad, de la paz y del amor”. (SL) (Agencia Fides 20/5/2010)


Compartir: