AMERICA/HAITI - La situación de los niños huérfanos tras el terremoto es todavía grave: muchos no tienen comida suficiente ni la oportunidad de ir a la escuela

martes, 23 marzo 2010

Port-au-Prince (Agencia Fides) - El pequeño orfanato de St. Marie, en Port-au-Prince, antes del terremoto de enero que devastó la isla, alojaba 2 mil personas, ahora son cerca de 6 mil. Después del terremoto, con los diversos organismos locales e internacionales de Haití, sólo se han registrado 500 huérfanos, exceptuando los que ya vivían en los orfanatos. Según asistentes locales, el número es relativamente bajo porque la mayoría de los niños con un padre vivo han ido a vivir con familiares. Sin embargo en el orfanato de St. Marie los niños no tienen a nadie, viven en las tiendas de campaña donadas por los voluntarios franceses, asistidos por un equipo de asistentes locales. Los alimentos son distribuidos diariamente por los servicios del Programa de Alimentos Mundial (PAM), pero no es suficiente para satisfacer el hambre. Otras 900 comidas se distribuyen a niños en las escuelas a través de un plan de distribución del PAM que proporciona comida caliente a unos 170 mil escolares en todo el país. Las escuelas públicas están cerradas hasta el 1 de abril, pero las ONG locales están tratando de organizar escuelas temporales en algunas zonas. Mientras tanto, unos 2,5 millones de niños no tienen la posibilidad de ir a la escuela.
Los niños están cansados, asustados e psicológicamente incómodos. Una o dos veces a la semana los voluntarios de diferentes países van a visitar el orfanato dando un poco de distracción a los niños, que sin juguetes ni zonas de juegos, se alegran de las visitas. Diecinueve voluntarios trabajan en turnos de 12 horas al día, pero son incapaces de satisfacer las necesidades psicológicas de los niños y los psicólogos haitianos locales son casi inexistentes. La Organización Internacional para los Migrantes ha establecido un grupo psico-social para las Ong que se ocupan de las personas que sufren de estrés post-traumático. Sin embargo, es difícil llegar a 1,3 millones de personas que viven en 400 ubicaciones temporales. Los niños tendrán que esperar para recibir asistencia, ropa y para la reapertura de las escuelas. (PA) (Agencia Fides 23/3/2010)


Compartir: