AMÉRICA/ECUADOR - IV Encuentro por la Vida: un mensaje en favor de la mujer que da a luz, de la maternidad y de la vida

Guayaquil (Agencia Fides) – El sábado 27 de marzo se realizará el “IV Encuentro por la Vida” organizado por la “Casa de la Vida” (CDV, proyecto en defensa del nascituro), junto con la Arquidiócesis de Santiago de Guayaquil, que reunirá a madres, mujeres encinta y familias, en la Plaza San Francisco. Al encuentro jubiloso en plaza de las “mujeres en espera” de un hijo, seguirá un encuentro de oración en la Catedral, donde Mons. Antonio Arregui, Arzobispo de Santiago de Guayaquil, consagrará a la Virgen, invocada con el título de “María de la Buena Esperanza” a las mujeres presentes y a los niños que llevan en el vientre.
“Esta cita tiene como objetivo enaltecer a la madre embarazada y exaltar el valor de la vida del hijo que lleva en sus entrañas”, dijo el P. Paulino Toral, director de la CDV. “Nuestro mensaje es de Pro-maternidad y Pro-vida. Buscamos comprometer a la familia, a la juventud y a los médicos en la exaltación del papel de la madre embarazada y la vida humana, desde el instante de la concepción”, añadió.
La iniciativa nació en noviembre de 2005, recuerda el p. Toral, cuando en el templo de Urdesa (Guayaquil, Ecuador) se colocó la imagen de la Virgen María con una peculiaridad: la Madre del Redentor está encinta. Por el hecho de estar “en estado de espera” la hemos llamado “María de la Buena Esperanza”. Así la hemos propuesto como modelo y patrona de las madres en espera. Surgió espontáneamente una gran devoción. Los fieles han sido llamados de la imagen de la Virgen María con el vientre hinchado, típico de la mujer encinta. ¿Si María es presentada como Dolorosa por qué no puede ser representada también encinta?
“Hemos pensado que la consagración a la Virgen por parte de las madres habría sido una cosa deseada – sigue el P. Toral –. Por esto hemos invitado a las mujeres embarazadas para ser consagradas a la Virgen. A la primera consagración participaron más de 700 mujeres embarazadas. En un primer momento venían las mujeres solas, luego, espontáneamente, han comenzado a venir con sus niños en brazos, para confiarlos a la Virgen. Hemos establecido para la consagración el último martes de cada mes. Desde entonces todos los meses participan alrededor de 150 mujeres”. (CE) (Agencia Fides, 06/03/2010; líneas 26 palabras 378)