ASIA/PAKISTÁN - Falsa acusación de blasfemia: sobre los derechos de las minorías los cristianos responden al Presidente del Senado

viernes, 5 marzo 2010

Lahore (Agencia Fides) – Desde hace tiempo la Iglesia católica en Pakistán indica abusos e instrumentalización de la ley sobre la blasfemia: otro caso registrado hace días en el distrito de Gujranwala (ein Punjab) confirma esta praxis. Una mujer cristiana de 34 años, Gulzar Kanwal, propietaria de una tienda de cosméticos en la aldea de Wandu, ha sido acusada de blasfemia por un grupo de musulmanes que la han insultado, amenazado y tratado de golpear.
Los mismos musulmanes, comerciantes de la zona, envidiosos por el éxito comercial del negocio de la mujer, han tratado más de una vez de vender el local y ceder el ejercicio comercial. Ante el rechazo de la mujer, para eliminar una incómoda competencia, han montado una falsa acusación de blasfemia, realizando una protesta teatral frente al negocio de la mujer el pasado 1ro de marzo.
La policía, alertada por otros cristianos, llegó al lugar y evitó que la situación degenerase. Gulzar Kanwal ha sido detenida algunas horas por los agentes, que verificaron la inocencia de la mujer, víctima de acusaciones infundadas, liberándola ulteriormente. La mujer vive en la incertidumbre si abrir o no su negocio ante las amenazas recibidas.
“No es el primer caso de este tipo. La ley es continuamente abusada para afectar a los cristianos con controversias. Ahora las comunidades cristianas del distrito deben ser muy prudentes porque podrían darse reacciones de grupos radicales, que con frecuencia buscan pretextos para desencadenar la violencia”, advierte una fuente católica de Fides en Pakistán.
El episodio llama a la atención el status y la discriminación por la que pasan las minorías religiosas en Pakistán, frecuentemente ignoradas a nivel político y por las autoridades civiles. Recientemente Farooq Hamid Naek, Presidente del Senado federal y ex Ministro de Justicia, ha declarado que “las minorías en Pakistán gozan de plenos derechos civiles e igualdad de oportunidades”.
Como afirman las fuentes locales de Fides, la comunidad cristiana en el país ha negado tal afirmación, recordando que “20 millones de pakistaníes no musulmanes viven como ciudadanos de segunda clase”. Algunos artículos de la Constitución y del Código penal (la llamada “ley sobre la blasfemia”) de corte totalmente islámico; las abiertas discriminaciones en la pública administración o en las listas electorales; los casos de violencia como el de la joven Shazia o los ataques sin pena contra cristianos (los episodios de Gojra en el 2009), así como contra sikh e hindúes: son todos elementos “que confirman en modo indiscutible la difícil condición y la marginación de las minorías religiosas en Pakistán”. (PA) (Agencia Fides 5/3/2010; líneas 31, palabras 438)


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