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Roma (Agencia Fides) – “Los guerrilleros del LRA han causado graves daños materiales pero son sobre todo los psicológicos y humanos, los que me entristecen”, dice a la Agencia Fides Su Exc. Mons. Juan José Aguirre Muñoz, Obispo de Bangassou, a cuya diócesis pertenece la misión de Rafai al sureste de la República Centroafricana, atacada recientemente por guerrilleros ugandeses del Ejercito de Liberación del Señor (LRA, ver Fides 22/2/2010).
“Los rebeldes han destruido completamente la misión católica y sólo la intervención de un reparto del ejército ha impedido que dos cooperadores franceses fueran secuestrados”, dice el Obispo Aguirre Muños. “Los dos cooperadores, un hombre y una mujer, enseñaban en la escuela secundaria dirigida por las Hermanas Franciscanas de Montpellier, matemáticas y francés, respectivamente. En esta zona, la Iglesia dirige escuelas de todos los niveles, desde infantil hasta la secundaria. En Bangassou también tenemos una escuela técnica para niños de la calle y madres solteras”, dice Mons. Aguirre Muños.
La presencia de guerrilleros del LRA constituye una grave amenaza para las poblaciones locales y la vida de la misión en la diócesis. Mons. Aguirre Muños explica cómo ha sido posible que un grupo de guerrilla que desde hace años actúa en el norte de Uganda, haya llegado a amenazar el sureste de la República Centroafricana, que no comparte frontera común con Uganda.
“Desde hace varios años, el LRA se ha desplazado desde el norte de Uganda para instalarse primero en Juba, al sur de Sudán, después en las cercanías de Isiro, en la foresta de Garamba, al noreste de la República Democrática del Congo”, dice el Obispo de Bangassou. “Aquí los rebeldes ugandeses habían establecido su cuartel general, dotado incluso de algunas pistas de aterrizaje para pequeños aviones que transportaban suministros. De quiénes son estos aviones o de donde llegan no se sabe. En diciembre de 2008 los ejércitos de Uganda, el sur de Sudán y República Democrática del Congo, atacaron el cuartel general del LRA en la foresta de Garamba. Pero el líder del LRA, Joseph Kony, logró escapar de la captura igual que una gran parte de los guerrilleros”.
“La operación militar de 2008 ha tenido dos consecuencias – explica Mons. Aguirre Muños- en primer lugar los guerrilleros se han vengado atacando a la población civil congoleña, realizando atrocidades inenarrables. He recogido testimonios de los supervivientes y he visto imágenes de la violencia de los guerrilleros que son impresionantes”.
“En segundo lugar -continúa el Obispo- los guerrilleros se han dividido en un centenar de pequeños grupos. Algunos de estos han entrado en Centro África. El primer lugar atacado fue Obo, que se encuentra en la frontera con Sudán y el extremo noreste de la República Democrática del Congo. Saquearon la aldea y secuestraron a 74 personas. La mayoría de ellos fueron posteriormente liberados, algunos después de un año y medio de cautiverio”.
“Antes de Rafai, la guerrilla había atacado la ciudad de Zacko, donde asesinaron a dos personas y secuestraron a 55 jóvenes, la mayoría de los cuales fueron liberados. En manos del LRA continúan, sin embargo, quince chicas”, dice Mons. Aguirre Muños.
“Ahora, los guerrilleros del LRA se han asentado en Centro África. Se piensa que el mismo Kony se esconde en territorio Centro Africano. No se comprende cómo es capaz de escapar a la captura, porque dicen que está enfermo y se mueve con una docena de mujeres y numerosos niños”.
El ejército de Uganda ha enviado un contingente militar a Centro África, con el consenso de las autoridades locales, para tratar de detener la guerrilla. “Se han movilizado medios importantes” - dice Mons. Aguirre Muños. “Ha sido construida una pista de 4 mil metros para los aéreos de transporte ugandeses, con los que han llegado transportes de montaña y helicópteros”.
“El LRA es una secta, cuando será capturado Kony, creo que el grupo se deshará”, concluye Mons. Aguirre Muños. (L.M.) (Agencia Fides 4/3/2010)
