AMÉRICA/CHILE - Acción de Caritas Chile luego del terremoto; el Presidente de la Conferencia Episcopal: “con la fuerza del Evangelio somos portadores de esperanza en tiempos de temor, de dolor y de desastre”

lunes, 1 marzo 2010

Santiago de Chile (Agencia Fides) – El terremoto que el sábado 27 de febrero causó la muerte de más de 700 personas, sacudida tras sacudida, está dejando una larga estela de daños, de heridos y de miedo. La zona más golpeada es el área centro-meridional del país sudamericano, la región donde se encuentran Santiago, Talca, Concepción, Talcahuano, Constitución. Lamentablemente se teme que el balance final del sismo resulte mucho más grave. Según los últimos datos hechos públicos por la Presidenta Bachelet: “los muertos confirmados son 708”, afirmó al término de una reunión con el comité de emergencia en el Palacio de la Moneda, agregando que el número de personas no habidas hasta el momento es “indeterminado”. Sólo en Constitución, según la prensa local, los cadáveres recuperados hasta el momento son unos 350. La protección civil ha afirmado que un terremoto violento como el del sábado 27 abre el camino a una larga fila de sacudidas de asentamiento, que podrían continuar por mucho tiempo.
La Iglesia católica puso rápidamente en movimiento la red de Caritas Chile para las ayudas y auxilios, al tiempo que los Obispos animaban a no perder la esperanza. “Es tiempo de orar y de unirnos como una sola familia que somos”, afirmó S. E. Mons. Alejandro Goic, Obispo de Rancagua y Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile. “Ha sido una catástrofe”. Sentimos un profundo dolor por nuestros hermanos y hermanas que han perdido la vida, expresamos nuestra cercanía y nuestra oración por todos sus parientes y amigos, así como por todos aquellos que han perdido bienes que habían obtenido con el esfuerzo de toda una vida”.
“Naturalmente, Caritas Chile ha abierto una cuenta corriente especial para recibir donaciones en dinero que serán destinadas a las ciudades más afectadas. Que el Señor nos conceda su paz y la Virgen del Carmen nos cubra con su manto protector, de manera que podemos levantarnos de esta hora amarga. Fuerza, Chile, y que el Dios de la vida nos bendiga a todos”, concluye Mons. Goic. (CE) (Agencia Fides, 01/03/2010; líneas 25, palabras 366)


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