VATICANO - Llamamiento del Papa para que las autoridades civiles de Irak “realicen todos los esfuerzos posibles para dar de nuevo seguridad a la población y, en particular, a las minorías religiosas”, y por el terremoto en Chile

lunes, 1 marzo 2010

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “He recibido con profunda tristeza las trágicas noticias de los recientes asesinatos de algunos cristianos en la ciudad de Mosul y he seguido con viva preocupación los demás episodios de violencia, perpetrados en la martirizada tierra iraquí contra personas inermes de pertenencia religiosa diversa”. Son las palabras que el Santo Padre Benedicto XVI pronunció después de la oración mariana del Ángelus, el domingo 28 de febrero, desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico. El Papa prosiguió: “En estos días de intenso recogimiento he rezado mucho por todas las víctimas de estos atentados y hoy deseo unirme espiritualmente a la oración por la paz y por el regreso a la seguridad, promovida por el Consejo de los Obispos de Nínive. Me encuentro cercano con afecto a las comunidades cristianas de todo el país. ¡No os canséis de ser fermento de bien para la patria a la que, desde hace siglos, pertenecéis con título pleno! En la delicada fase política que está atravesando Irak me dirijo a las Autoridades civiles, para que realicen todos los esfuerzos posibles para dar de nuevo seguridad a la población y, en particular, a las minorías religiosas más vulnerables. Espero que no se ceda a la tentación de hacer prevalecer los intereses temporales y sectarios por encima de la incolumidad y los derechos fundamentales de todo ciudadano. Finalmente, mientras saludo a los iraquíes presentes aquí en la Plaza, exhorto a la comunidad internacional a esforzarse para dar a los Iraquíes un futuro de reconciliación y de justicia, mientras invoco con confianza de parte de Dios omnipotente el don precioso de la paz”.
Inmediatamente después, el Papa solicitó la solidaridad internacional por la dramática situación que atraviesa Chile, con estas palabras: “Mi pensamiento se dirige a Chile y a las poblaciones afectadas por el terremoto, que ha causado numerosas pérdidas en vidas humanas e ingentes daños. Rezo por las víctimas y estoy espiritualmente cercano a las personas probadas por esta calamidad tan grave; para ellas imploro de Dios alivio en el sufrimiento y coraje en esta adversidad. Estoy seguro de que no va a faltar la solidaridad de muchos, en particular de las organizaciones eclesiales”.
Dirigiendo luego su saludo a los peregrinos polacos, Benedicto XVI recordó la celebración de la jornada de apoyo a las Misiones: “Hoy en Polonia festejáis el Domingo ‘Ad gentes’, apoyando las obras misioneras de la Iglesia con vuestra oración, con el ayuno y las ofertas. El tema ‘Las misiones son cuestión de amor’ sea para vosotros un aliento a las buenas obras y a la generosidad de corazón. Bendigo de corazón a los misioneros y misioneras y a todos aquellos que sostienen su fiel servicio”.
En su discurso antes de rezar la oración del Ángelus, el Santo Padre destacó que la liturgia del segundo domingo de Cuaresma está dominada por el episodio de la Transfiguración: en el Evangelio de Lucas este evento extraordinario constituye “un aliento en el seguimiento de Jesús”, en cuanto “la Transfiguración nos recuerda que las alegrías sembradas por Dios en la vida no son puntos de llegada, sino que son luces que Él nos dona en la peregrinación terrena, para que ‘sólo Jesús’ sea nuestra Ley y su Palabra sea el criterio que guía nuestra existencia”. Por esto el Papa invitó a todos, en este período cuaresmal, “a meditar asiduamente el Evangelio”. (SL) (Agencia Fides 1/03/2010; líneas 38 palabras 562)


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