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Nairobi (Agencia Fides) - La escasez de alimentos y el uso del concepto de Harambee ( “juntos” en swahili), el esfuerzo comunitario para resolver juntos los problemas, están al centro de la reflexión para la primera semana de Cuaresma, de Mons. Zacchaeus Okoth, Arzobispo de Kisumu y Presidente de la Comisión Episcopal “Justicia y Paz” en Kenia.
“Más de 10 millones de kenianos se enfrentan al hambre”, dice el mensaje reportado por la Agencia CISA. La falta de alimentos se atribuye a los métodos de cultivo modestos, a la falta de planificación adecuada, a la violencia y al desplazamiento de personas. “Kenya ha vivido momentos difíciles y ha llegado la hora de sanar y transformar nuestra tierra y nuestra gente. Las comunidades tradicionales africanas fomentan un espíritu común de trabajar juntos y apoyarse mutuamente en el cultivo, en la construcción, durante la temporada de cosecha y otras actividades. Harambee ha permitido a las comunidades el disponer de alimentos suficientes para todos y la garantía de la seguridad social”.
Después de la independencia de Kenia en 1963, el Primer Ministro, y más tarde primer presidente de Kenia, Jomo Kenyatta, adoptó “Harambee” como el concepto de orientación para la construcción de la nación.
“Todos los kenianos deberían trabajar para restaurar la gloria perdida del país. Este tiempo de Cuaresma debería ser un momento de reflexión. Todas nuestras actividades y esfuerzos deberían orientarse hacia la sanación y transformación de nuestra nación”, afirma Mons. Okoth.
El mensaje ofrece un ejemplo concreto de cómo abordar el problema de la sequía. “Los habitantes de las aldeas Baraka en el distrito Mchungani siempre han tenido suficiente comida y ganadería para su subsistencia y para la venta. Tienen suficiente dinero para pagar la matrícula escolar de los niños, los gastos médicos y del hogar, y les sobra para el ahorro y la inversión. El distrito también se ha beneficiado de los intercambios con países extranjeros a través del turismo y los inversores internacionales. Sin embargo, debido a la irregularidad de las precipitaciones y a la prolongada sequía atribuida al cambio climático, los cultivos se están secando y no hay nada que vender o conservar para el futuro”
Gracias a la iniciativa de un agricultor - afirma el mensaje - se organizó un seminario sobre seguridad alimentaria en el que se han descrito los métodos de la agricultura biológica y el riego por goteo y cómo hacer los cultivos resistentes a la sequía y a los animales.
El mensaje insta a la comunidad cristiana a preguntarse cómo dar un nuevo impulso al espíritu comunitario: “¿Habéis tenido experiencias similares a la de la aldea Baraka? ¿Cómo os habéis comprometido a nivel individual y de comunidad? ¿Qué hacéis como comunidad cristiana de base para promover la reanudación de la producción agrícola gravemente afectada por la violencia postelectoral de 2007-2008? Discutir el espíritu de Harambee en vuestras comunidades y proponer formas para revitalizarlo. ¿Cuáles son los beneficios?”. (L.M.) (Agencia Fides 25/2/2010)
