ASIA/PAKISTÁN - En llamas la casa de una familia católica, amenazada por tres musulmanes. Y la policía rechaza la denuncia

lunes, 15 febrero 2010

Lahore (Agencia Fides) – Otro episodio de violencia ha tocado los días pasados una familia católica en Pakistán, según cuanto ha sabido Agencia Fides por fuentes católicas locales: se trata de la familia de Walayat Masih, residente en la aldea de Shadokey, en el distrito de Gujranwwala, en las cercanías de Lahore.
Tres musulmanes amenazaron más de una vez a la familia, pidiéndoles vender la propia casa, confinante con la de ellos. Walayat Masih siempre se negó, puesto que la residencia, situada en una calle principal de la aldea, es una herencia. Tras numerosas presiones y amenaza, el 26 de enero pasado los tres, junto con un grupo de otros musulmanes, dieron fuego a la casa de los Masih, destruyéndola.
El atentado fue completado con el pedido de “convertirse al islam” y dejar la zona. La familia de Walayat Masih, con mujer y 4 hijos, se ha encontrado de un momento a otro sin techo, en la miseria y en la desesperación. Walayat se dirigió a la oficina de la policía local para denunciar lo sucedido, pero recibió otras amenazas de la policía que se negó registrar la denuncia.
“Es un acto gravísimo de intimidación. Y es el enésimo caso de patente injusticia contra ciudadanos cristianos. Las instituciones y la policía deberían protegerlos y garantizar la legalidad, en vez de hacerse cómplices de la ilegalidad”, declaró a Agencia Fides Xavier Williams, vicepresidente de la ONG “Life for All”, que trabaja para la instrucción, la promoción social y los derechos humanos de la comunidad cristiana en Pakistán. “Parece que las autoridades locales callan o apoda estas clamorosas violaciones de los derechos personales”, resalta.
“Life for All” se ha encargado de la familia, transfiriéndola a Rawalpindi, y ha puesto todo en manos de un abogado. Este ha expuesto el caso a la Alta Corte de Rawalpindi, denunciando a la policía de Shadokey por negligencia. Los jueces indagan sobre lo sucedido y han convocado a los responsables de la Estación de Policía.
Una dinámica similar se verificó también en otro caso reciente: el de la joven católica Shazia, violada y asesinada por un rico abogado musulmán de Lahore (ver Fides 25/1/2010). La policía se había negado de registrar la denuncia de la familia y solo tras el clamor de las protestas el caso fue llevado a la atención de la opinión pública, de las autoridades y del tribunal. (PA) (Agencia Fides 15/2/2010; líneas 29, palabras 413)


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