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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “Mientras estamos en este mundo, la caridad es el distintivo del cristiano. Es la síntesis de toda su vida: de lo que cree y de lo que hace. Por ello, al inicio de mi pontificado, quise dedicar mi primera Encíclica precisamente al tema del amor: Deus caritas est.” De esta manera, el Santo Padre Benedicto XVI comentó el domingo 31 de enero, antes del Ángelus, el llamado “himno a la caridad” del apóstol San Pablo, proclamado en las lecturas de la Misa del día. “Al final, cuando nos encontraremos cara a cara con Dios –afirmó el Papa–, todos los demás dones desaparecerán; el único que permanecerá para siempre es la caridad, porque Dios es amor y nosotros seremos semejantes a Él, en comunión perfecta con Él”.
Luego de la oración mariana, Benedicto XVI recordó la jornada dedicada a los enfermos de lepra con estas palabras: “El último domingo de enero es la Jornada Mundial de los enfermos de lepra. Mi pensamiento se traslada espontáneamente a la figura P. Damián de Veuster, quien dio su vida por estos hermanos y hermanas, y a quién el pasado octubre proclamé santo. Confío a su celeste protección a todas las personas que lamentablemente todavía hoy sufren por esta enfermedad, como también a todos los agentes de salud y voluntarios que se esfuerzan para que exista un mundo sin lepra. Saludo de manera particular a la Asociación Italiana Amigos de Raúl Follereau”.
En particular, el Papa quiso poner su atención en dos iniciativas ligadas al tema de la Paz, recordando la segunda Jornada de Intercesión por la Paz en Tierra Santa y la “Caravana de la Paz” de los jóvenes de la Acción Católica de Roma. Dos de ellos, que estaban cerca al Santo Padre, leyeron un mensaje de paz y luego hicieron volar dos palomas. (SL) (Agencia Fides 01/02/2010; líneas 22, palabras 345)
