VATICANO - Jornada de los enfermos de lepra: desarrollar y reforzar las estrategias de lucha contra la lepra y ayudar a las personas afectadas a salir de la exclusión y a obtener las medicinas

sábado, 30 enero 2010

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – Un llamado a la comunidad internacional y a las autoridades de todos los Estados fue lanzado por el Presidente del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Su Excelencia Mons. Zygmunt Zimowski, en su Mensaje por la 57º Jornada Mundial de los Enfermos de Lepra que se celebra el domingo 31 de mayo, “invitándola a desarrollar y reforzar las estrategias necesarias para la lucha contra la lepra, haciéndolas más eficaces sobre todo donde el número de casos sigue siendo elevado. Todo ello sin descuidar las campañas de educación y sensibilización en grado de ayudar, tanto a las personas afectadas como a sus familiares, a salir de la exclusión y a obtener el tratamiento necesario”.
En el texto se recuerda que la Jornada Mundial de los Enfermos de Lepra, instituida por Raúl Follereau, “no es solamente una jornada de reflexión sobre las víctimas de esta devastante enfermedad sino sobre todo una jornada de solidaridad con los hermanos y hermanas afectados”. Según los datos más recientes de la Organización Mundial de la Salud, en el 2009 fueron registrados más de 210 mil nuevos casos, a los que se agregan numerosas personas infectadas pero no censadas o que todavía no tienen acceso al tratamiento. Los países más afectados están en Asia, América Meridional y África. La India presenta el mayor número de personas seguida de Brasil. Se registran también numerosos casos en Angola, Bangladesh, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Indonesia, Madagascar, Mozambique, Nepal y Tanzania.
“En todas las épocas y civilizaciones, la suerte del enfermo de lepra ha estado siempre en la marginación y en la privación de cualquier forma de vida social, una condenación a ver el propio mientras se va deshaciendo, hasta que llega la muerte”. A este propósito el Presidente del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios cita el esfuerzo de Follereau, de instituciones y organismos, el excepcional trabajo de San Damián de Veuster y de tantos otros santos y hombres de buena voluntad, para “superar las actitudes negativas hacia los enfermos de lepra, promoviendo su dignidad y sus derechos, así como una amor más universal por el prójimo”.
Existen en nuestros días “curas eficaces contra la lepras”, sin embargo la enfermedad de Hansen continúa propagándose por motivos diversos, entre los cuales está “la indigencia individual y colectiva, que con demasiada frecuencia comporta la falta de higiene, la presencia de enfermedades debilitantes, alimentación insuficiente si no hambre crónica, y falta de acceso tempestivo a las curas médicas. En el plano social persisten al mismo tiempo los miedos que, normalmente generados por la ignorancia, agregan un terrible estigma a la ya pesada carga que la lepra comporta, incluso luego de haber sanado”.
En la conclusión del mensaje, Mons. Zimowski agradece de corazón “a las Iglesias locales y a las varias realidades religiosas, misioneras y no misioneras, por lo realizado hasta el momento por tantas personas, consagrados y consagradas, laicos y laicas”, además de la Organización Mundial de la Salud, asociaciones y organizaciones no gubernamentales anti-lepra, los numerosos voluntarios y todas las personas de buena voluntad que se dedican al cuidado de los enfermos de lepra “restituyéndoles la dignidad, la alegría y el hecho de ser tratados como seres humanos”. (S.L.) (Agencia Fides 30/01/2010; líneas 39, palabras 566)


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