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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “La Iglesia católica, a través de sus instituciones, más allá de la viva emoción suscitada, permanecerá al lado de las personas probadas por esta desgracia y, conforme a sus fuerzas, las ayudará a encontrar de nuevo posibilidades de un futuro abierto”: es lo que escribe el Santo Padre Benedicto XVI al Presidente de la República de Haití, René Préval, en un mensaje con fecha 16 de enero. “Ruego a Dios que acoja en la paz de su reino a todos aquellos que han encontrado la muerte en el sismo – escribe en el texto – y que infunda consolación en sus familias que, muchas veces, no han podido dar una sepultura digna a sus queridos difuntos. Ruego también para que el espíritu de solidaridad permanezca en todos los corazones y la calma pueda reinar en las calles, para que la ayuda generosa que está llegando de todos los países traiga alivio a todos y que las personas que hoy están privadas de todo prueben el consuelo de saber que toda la comunidad internacional se está ocupando de ellos”.
En otro mensaje, siempre con fecha 16 de enero, dirigido a Su Exc. Mons. Louis Kébreau, Arzobispo de Cap-Haïtien y Presidente de la Conferencia Episcopal de Haití, el Papa asegura al Arzobispo y a todos los fieles de la Iglesia en Haití su “gran cercanía espiritual” y la “oración fervorosa por todas las personas involucradas en esta catástrofe”. Benedicto XVI pide a Dios “que acoja en la paz de su Reino a todos aquellos que han encontrado la muerte en el sismo, en particular a Monseñor Serge Miot, Arzobispo de Port-au-Prince, que ha compartido la suerte de muchos de sus fieles entre los cuales figuran sacerdotes, personas consagradas y seminaristas”. (SL) (Agencia Fides 25/01/2010; líneas 18 palabras 292)
