AFRICA/SUDÁFRICA - Alarmas por episodios xenófobos contra inmigrantes y refugiados

martes, 7 julio 2009

Johannesburgo (Agencia Fides) - A un año de las violencias xenófobas que tuvieron por mira a las comunidades inmigradas a Sudáfrica (ver Fides 26 y 29/5/2008), la xenofobia parece resurgir una vez de las cenizas.
En Ciudad del Cabo, son los pequeños comerciantes migrantes, sobre todo somalíes que escaparon de la guerra civil, quienes son tomados como mira. Los comerciantes de algunos de los barrios más pobres de Ciudad del Cabo han tenido diversas reuniones para discutir como “desembarazarse” de los negocios dirigidos por extranjeros. A mitad de junio, los negociantes somalíes de uno de estos barrios recibieron cartas con amenazas, que les daban pocos días para cerrar sus actividades e irse. Algunos negociantes extranjeros, dos somalíes, uno de Zimbabue y uno de Bangladesh, son las últimas víctimas de la intolerancia difundida contra los inmigrantes.
Las asociaciones de somalíes en Sudáfrica ha denunciado el sustancial clima de impunidad que protege a los autores de crímenes xenófobos. Una actitud reforzada por las acciones de las autoridades frente a los refugiados del Zimbabue.
Diversos grupos para la defensa de los derechos en Sudáfrica han criticado el arresto el pasado fin de semana de más de 300 personas, sobre todo del Zimbabue, que se habían refugiado ante la Central Methodist Church de Johannesburgo.
La policía irrumpió en la iglesia en las primeras horas del sábado 4 de julio, tras las numerosas quejas de los negociantes de la zona sobre casos de “vagabundeo”. La mayor parte de las personas arrestadas son refugiados provenientes de Zimbabue, incluidas mujeres, niños y personas gravemente enfermas.
Entre ellos hay una mujer sudafricana sorda y ciega, un sudafricano que sufre de psicosis aguda, una mujer en cinta y más de 10 niños. En total 344 personas han sido obligadas a salir por la fuerza de la iglesia.
Según los testimonios recogidos por Médicos Sin Fronteras, que opera en la zona, la policía a tirado a tierra a diversas personas, algunas han sido amenazadas con pistolas eléctricas.
La iglesia es un refugio seguro para unos 4000 prófugos, sobre todo de Zimbabue, que abandonaron sus casas buscando seguridad y oportunidades de trabajo en Sudáfrica. La mayor parte de los ciudadanos del Zimbabue que buscan refugio en la iglesia han escapado del país durante el último año de violentas situaciones post electorales, mientras muchos han tratado de escapar del colapso económico del país. En Sudáfrica, los refugiados se han enfrentado con las escasas oportunidades de trabajo y con una difundida actitud xenófoba. En consecuencia, son las comunidades cristianas, entre estas la católica, que ofrece a la mayoría de los refugiados del Zimbabue alimento y cuidados médicos.(L.M.) (Agencia Fides 7/7/2009; líneas 34, palabras 442)


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