VATICANO - A Juan Pablo II: ¡Pedro, la “Roca” de nuestro tiempo!

martes, 18 mayo 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Es verdad que al Santo Padre Juan Pablo II le gusta celebrar más que su cumpleaños, el día de su bautismo y de modo particular, el día de su ordenación sacerdotal, pero los que lo aman no pueden sino desearle hoy un “feliz cumpleaños”.
Un cumpleaños que nos lleva ante todo a agradecer a Dios por haber elegido a este hombre como Sumo Pontífice, dirigiéndolo paso a paso, año tras año, hasta las más alta responsabilidad, que en la Iglesia de Cristo, corresponde a la vocación de Pedro: “Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”.
Que Juan Pablo II es “piedra”, “roca”, no por un querer humano sino por un querer divino, lo perciben incluso, en cierto sentido, aquellos que no comparten con él la fe cristiana; y esto no porque Juan Pablo II tenga una fascinación especial o porque sea fotogénico, sino porque se advierte ligado a su persona, la fascinación misma de Jesucristo, el Hombre Dios que lo ha elegido.
En toda la historia de la humanidad, no se encuentra en ninguna civilización antigua o actual, otro personaje como el de “Vicario de Cristo”, el Papa. No existe ningún otro “Papa-Roca” mas que el Papa de Roma. Sólo él es esta “Roca” que, por voluntad de Cristo, está en Roma desde hace dos mil años, en que Pedro, el humilde pescador de Galilea, la primera “Roca”, murió mártir, precisamente en el lugar donde hoy se eleva la Basílica Vaticana. No se puede decir de ninguna superpotencia del mundo, de siglos pasados o de los tiempos modernos, que sea una “roca” que permanece. La única “Roca” que permanece y permanecerá es Cristo mismo y El ha elegido al Papa, como Su representante en el tiempo, para prolongar en los tiempos, la vocación de “Roca” en la fe y el amor, en la verdad y en la unidad de la Iglesia. En dos mil años fundada sobre esta Roca, la Iglesia católica, aún en medio de tantas tempestades, ha permanecido siempre firme: la profesión de fe de los inicios y la profesión de fe de hoy coinciden.
Se hacen tantos comentarios sobre la Iglesia a favor o en contra, dependiendo de quien lo diga y de la perspectiva que presente, pero nadie ha podido sustituir la Roca, el Primado de Pedro. Esta vocación de “Piedra” de la Iglesia fundada sobre “Pedro, la Piedra” atraviesa los siglos y, como prometió Cristo, ¡sin que “las potencias del infierno prevalezcan sobre ella!”.
Cuando el 13 de mayo de 1981 en la Plaza de San Pedro, en el mismo lugar donde Simón Pedro había derramado su sangre como primer Papa, otro Papa, fue golpeado de muerte; una vez más se derramaba sangre de “Roca”; pero esta vez el Papa no murió, todavía necesitábamos a este Papa en esta Iglesia que estaba a caballo de dos mil años.
Nunca olvidaremos aquel 13 de mayo en el que celebramos la fiesta de la Virgen de Fátima: ¡el Papa debía haber muerto, pero no murió! Desde ese día incluso la humanidad distraída, parece haberse dado cuenta de que este hombre venido de lejos, el Papa polaco, esta mucho más cercano al hombre de cuanto podamos pensar; el tiene algo verdaderamente especial: ¡la vocación de ser “Roca”!.
Felicidades a Pedro, la “Roca” de nuestros tiempos:¡Juan Pablo II!
(LA) (Agencia Fides 18/5/2004 Líneas: 39 Palabras: 568)


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