AMERICA/COLOMBIA - El CELAM preocupado por la grave crisis económica mundial

jueves, 12 febrero 2009

Bogotá (Agencia Fides) - El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) ha manifestado por medio de un mensaje su “preocupación y solidaridad ante la grave crisis actual” económico-financiera mundial, al término del Encuentro de la Presidencia del CELAM con los Obispos Directivos de los Departamentos y Centros los días 5 y 6 de febrero. Asi mismo recuerdan la responsabilidad de todos: gobernantes, políticos, empresarios, obreros, asociaciones civiles y comunidades religiosas de los diversos credos, “en promover la humanización de las estructuras políticas, económicas y de desarrollo, para que estén al servicio del bien común, de la prioridad del trabajo sobre el capital y de la producción sobre las finanzas”.
Haciendo referencia a las palabras del Santo Padre Benedicto XVI del 1 de enero 2009, los Obispos recuerdan que “en realidad, la crisis actual no es el resultado de dificultades financieras inmediatas, sino que es una consecuencia del estado de salud ecológica del planeta y, sobre todo, de la crisis cultural y moral que vivimos, cuyos síntomas son evidentes desde hace tiempo en todo el mundo”.
Según los Obispos esta crisis nos interpela a todos y nos debe llevar por una parte a “expresar nuestra solidaridad en acciones y obras concretas, que facilite la búsqueda de soluciones a los problemas del desempleo, el hambre, la migración forzosa, el deterioro de la salud y la pérdida de calidad de vida de los pobres, que como siempre son las víctimas más afectadas de las crisis”. Y por otra, “a empeñar los mejores esfuerzos de las universidades e institutos católicos, y de investigadores y agentes de pastoral social, para contribuir a la formulación de un nuevo modelo de desarrollo para América Latina y El Caribe, y de un sistema económico mundial mejor regulado, que elimine la pobreza y promueva la justicia y la solidaridad en nuestro Continente”.
Recuerdan a continuación la urgente necesidad de que “la globalización deba regirse por la ética, poniendo todo al servicio de la persona humana”, pues esta crisis “ha puesto de manifiesto el afán excesivo de lucro por encima de la valoración del trabajo y del empleo, convirtiéndolo en un fin en sí mismo”. Precisamente esta inversión de valores “pervierte las relaciones humanas sustituyéndolas por las transacciones financieras, que debieran estar al servicio de la producción y de la satisfacción de las necesidades humanas”. Denuncian además que “la economía internacional ha concentrado el poder y la riqueza en pocas manos, excluyendo a los desfavorecidos e incrementando la desigualdad”.
Ante esta sitaución consideran los Obispos que se deben “establecer las bases para un nuevo orden internacional, fundado en nuevas reglas de juego, que también tengan en cuenta los valores del Evangelio y la enseñanza social de la Iglesia”, para lo cual es indispensable “la presencia y colaboración de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, sin discriminación religiosa, cultural, política e ideológica”. (RG) (Agencia Fides 12/2/2009)


Compartir: