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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – En este mes de junio, dedicado en particular a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, rezamos por los Cristianos de la India. Son cerca de 23.400.000, pero sobre una población total que supera el millardo de personas, representan apenas poco más del 23%. Deben pues considerarse como fermento en la masa y sal de la tierra.
Pertenecen a varias tradiciones. Algunos trazos de su fe se remontan a la predicación de Santo Tomás apóstol, cuya tumba es venerada en Mylapore, cercano a Chennai (Madras). Otras están relacionadas con el movimiento misionero católico portugués, que salió en el siglo XVI de Goa donde se conserva el cuerpo de San Francisco Javier. Una gran variedad de denominaciones cristianas protestantes han seguido a los Anglicano, una después de la otra dentro de India, a partir del siglo XVII. El último cuarto del siglo XIX ha visto el milagro de la misión católica entre la población indígena en la zona central oriental, gracias al fuego ardiente del Siervo de Dios el P. Constant Lievens, SJ, cuyos restos mortales son venerados en la Catedral de Ranchi, Jharkhand, y cuyo lema era “el fuego debe arder”.
Evidentemente los cristianos en India pertenecen a varias tradiciones. Las diferencias entre ellos son considerables y sin duda influyen en su testimonio. Pero todos creen en su corazón y profesan con la boca que Jesús es Señor y Salvador. Esto es lo que los une, a algunos totalmente, a otros sólo de modo parcial. Su Espíritu trabaja entre ellos.
Sabemos que “Dios, nuestro Salvador, quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Dios es único, como único es el mediador entre Dios y los hombres, -Cristo Jesús, que se entregó a si mismo en rescate por todos” (1 Tm 2,4-6). Jesús conocía muy bien el gran amor de Dios y su plan de salvación. Veía también el importante papel que tendrían los discípulos para llevar a cumplimiento el plan divino. Sabía que cualquier falta de unidad y de comunión entre ellos sería contraproducente, mientras que la presencia de una unidad y comunión tal habría demostrado cuanto se aman unos a los otros. Este testimonio es el que convencería a los observadores dudosos de que verdaderamente es el Padre quien mandó a Jesús. Solo la unidad y la comunión en el amor convencerá al mundo.
Todo esto explica porque debemos rezar por los cristianos de la India que pertenecen a tradiciones tan diversas, de modo que puedan, gradualmente, estar cada vez mas unidos. Sólo entonces podrán ofrecer juntos un testimonio de plena unidad y comunión. Sin este testimonio, India no encontrará en Jesús el fin y la respuesta de su antigua e inspirada oración, profundamente erradicada y sentida: “De la irrealidad guíame a la realidad, de las tinieblas guíame a la luz, de la muerte guíame a la inmortalidad”.Con tal testimonio India alcanzará la perfección mas alta y una abundancia de vida.
Esta intención misionera para el mes de junio puede ser vista como una continuación de la Exhortación Apostólica “Ecclesia in Asia” que el Santo Padre, Juan Pablo II firmó en Nueva Delhi el 6 de noviembre de 1999 y entregó personalmente a todos los representantes de Asia para su aplicación. El capítulo V (números 24-31) está totalmente dedicado a la Comunión y al Diálogo. El capítulo VI (32-41) trata del servicio de la promoción humanan. Ambos quieren acompañar la proclamación y facilitar la acogida del don de Jesús a la India, a China y a todos los pueblos del continente. Uniéndonos al Santo Padre en esta intención misionera de oración, contribuimos efectivamente al éxito de la misión de amor y de servicio de Jesús en la India.
Los cristianos de la India, a causa de la gran variedad de sus tradiciones, se encuentran en una posición privilegiada para mostrar que “en el corazón del misterio de la Iglesia existe el vínculo de comunión que une a Cristo-Esposo con todos los bautizados...unidos al Hijo con el vínculo del amor del Espíritu, están unidos al Padre y de esta comunión fluye la comunión que comparten unos con otros mediante Cristo en el Espíritu Santo” (EA 24). Este testimonio deberá por fuerza llevar la luz a muchos, seguramente es algo por lo que vale la pena rezar. Invitamos a todos los cristianos “ a unirse en un camino de oración y consultas para crear nuevos organismos y asociaciones ecuménicos con vistas a la promoción de la unidad de los cristianos” (EA , 30)
Telephore P. Toppo
(Agencia Fides 26/5/2003 Líneas: 56 Palabras: 823)
