AMERICA/ESTADOS UNIDOS - Mensaje del Obispo de Oakland: “Todos los esfuerzos por preservar la visión del matrimonio en las leyes de nuestra comunidad no constituyen imposición de una ideología, sino un servicio que le rendimos a la verdad por el bien común”

lunes, 9 junio 2008

Oakland (Agencia Fides) – Mons. Allen Vigneron Obispo de Oakland (Estados Unidos), ha enviado un Mensaje Pastoral a todos los fieles de la diócesis para ofrecer su apoyo pastoral y orientación ante la reciente decisión de la Corte del Estado de California de legalizar el “matrimonio” entre personas del mismo sexo.
El punto fundamental que señala el Obispo en su Mensaje es que el matrimonio es una realidad instituida por Dios y según el plan irrevocable de Dios, solamente es posible entre un hombre y una mujer. “La experiencia de la historia, tanto en la antigüedad como en nuestros tiempos, nos enseña que ningún gobierno tiene el poder de cambiar el orden que Dios ha establecido en la naturaleza humana”.
Según el Obispo “esta convicción sobre el matrimonio, aunque se confirma por la fe, puede
adquirirse por medio del razonamiento”. Por ello, en este sentido, todos los esfuerzos “por preservar esa visión del matrimonio en las leyes de nuestra comunidad no constituyen imposición de una ideología, sino un servicio que le rendimos a la verdad por el bien común. Esta manera de ver la naturaleza del matrimonio no es una forma de discriminación, sino que constituye el fundamento de nuestra libertad para vivir de acuerdo al plan que Dios nos ha trazado”.
Para el Obispo, Mons. Vegneron, en esta nueva situación, se plantean dos tipos de retos: los
inmediatos y los de largo plazo. A corto plazo, “los católicos, en su capacidad de ciudadanos fieles, están llamados a conformar nuestras leyes referentes al matrimonio al conocimiento que tenemos sobre la naturaleza del mismo”. Y a largo plazo, “si nuestros esfuerzos fracasan, nuestro modo de vida se tornará contra-cultural, lo cual es siempre una situación difícil para los cristianos”. Aún cuando los esfuerzos realizados tengan éxito, considera el Obispo que quedaría todavía mucho por hacer porque “estaríamos viviendo en una sociedad donde muchos aceptan convicciones que a la larga son perjudiciales para la integridad de la vida humana y acarrean consecuencias negativas para nuestra felicidad en este mundo y en el otro. Su misión será, entonces, como siempre lo ha sido, ser luz y levadura para la nueva creación establecida en Cristo”.
Concluye el Obispo su Mensaje con el compromiso de realizar “todo lo que esté a mi alcance, como pastor principal de la Iglesia en la Diócesis de Oakland, para orientarlos sobre la manera de responder a esta situación en los meses y años venideros”. (RG) (Agencia Fides 9/6/2008)


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