Instrumentum mensis Aprilis pro lectura Magisterii Summi Pontificis Benedicti XVI, pro evangelizatione in terris missionum

sábado, 10 mayo 2008

El 2 de abril el Santo Padre Benedicto XVI presidió la Santa Misa en sufragio de su predecesor, Juan Pablo II, en el tercer aniversario de su muerte, muerte que - afirmó en la homilía - “fue el sello de una existencia totalmente entregada a Cristo, configurada a él incluso físicamente por los rasgos del sufrimiento y del abandono confiado en los brazos del Padre celestial. Como atestiguan los que estuvieron cerca de él, sus últimas palabras fueron: "Dejad que vaya al Padre".” El día 5, tanto en la audiencia celebrada con los participantes al Congreso Internacional promovido por el Instituto Pontificio Juan Pablo II como con los participantes a la Asamblea plenaria del Consejo Pontificio para la Familia, Benedicto XVI subrayó el deber de la Iglesia a acercarse con “atención materna” a cuantos experimenten las llagas del divorcio o del aborto y también pidió una unión con los esfuerzos de las comunidades parroquiales y diocesanas, asociaciones y movimientos eclesiásticos, “para derrotar juntos toda marginación, porque la mentalidad individualista no sólo los atropella a ellos —los abuelos, las abuelas, los ancianos—, sino a todos”. En el mensaje para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el Santo Padre invitó a la oración y recordó el vínculo íntimo y especial entre la vocación sacerdotal y la dimensión misionera.
El mes de abril se ha caracterizado por el viaje apostólico a los Estados Unidos de América, que tuvo lugar del 15 al 20, introducido por un mensaje a los católicos y al pueblo de los Estados unidos. El 16 de abril, día de su ochenta y onésimo aniversario, el Santo Padre fue recibido por el Presidente de los Estados Unidos de América, George Bush, en la Casa Blanca, donde tuvo lugar la ceremonia de bienvenida. Esa misma tarde, el Santo Padre presidió la celebración de las Vísperas en el “National Shrine of the Immaculate Conception” junto a los obispos de los Estados Unidos. En el encuentro con los representantes de otras religiones reafirmó que “el objetivo más amplio del diálogo es descubrir la verdad. ¿Cuál es el origen y el destino del género humano? ¿Qué es el bien y el mal? ¿Qué nos espera al final de nuestra existencia terrena?”. El 18 de abril tuvo lugar la esperada visita a la Asamblea General de la ONU, momento que Benedicto XVI aprovechó para hacer un llamamiento a encontrar la verdad de la ley moral natural, inscrita en el corazón del hombre. Ese mismo día se encontró con los representantes de la comunidad hebraica en la sinagoga de Park East. Al termino de su viaje, el día 20, el Papa presidió la santa Misa en el Yankee Stadium de nueva Cork.
El domingo VI de Pascua, 27 de abril, el Santo Padre presidió la misa en la Basílica Vaticana, celebración en la cual se ordenaron 29 diáconos, 28 de los cuales provenían de la diócesis de Roma. Ese mismo día, al finalizar el Regina Caeli, el Papa lanzó un llamamiento por África, en particular por Somalia, Darfur y Burundi.


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