VATICANO - Don Nicola Bux: la Pascua ortodoxa

viernes, 25 abril 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides)- Los orientales, ortodoxos y católicos, celebran la Pascua el próximo domingo, 27 de abril. ¿Por qué a un mes más tarde de nuestra celebración? El Concilio de Nicea del 325 afrontó y definió la “cuestión pascual”, entre aquellos que querían celebrar la fiesta siguiendo el Evangelio de Juan, que sitúa la muerte de Cristo la tarde del 14 del mes hebreo de Nisan -aquellos que la sostenían eran llamados quartodecimani- y aquellos que seguían a los otros tres Evangelistas, que sitúan la pascua el 15, es decir, en coincidencia con la fiesta hebrea del Pessach.
A pesar de las dificultades, la Iglesia celebró “unívocamente” la Pascua desde el 387 hasta 1582, cuando el patriarca de Constantinopla Jeremías II rechazó el calendario reformado del Papa Gregorio XIII. Si bien desde entonces la Pascua no ha vuelto a ser celebrada en modo unívoco, con excepción de los años en que los calendarios coinciden, es cierto que en ambas celebraciones se pueden ver los aspectos comunes y aquellos particulares.
La liturgia oriental destaca el ayuno del Gran Sábado y la Vigilia, en la que se da importancia a la luz y a las lecturas bíblicas; los ritos de la iniciación cristiana con la bendición del agua y el bautismo no son habituales, y se realizan en enero, el día de la teofanía o del Bautismo del Señor, nuestra Epifanía. Un rito sugestivo, leit motiv de la Pascua bizantina, tiene lugar el Sábado santo en la puerta de la Iglesia, donde el celebrante canta: “Cristo ha resucitado de los muertos; con su muerte Él ha vencido a la muerte y a aquellos que estaban en la tumba les ha donado la vida”. Y mientras tanto la cruz toca las puertas que se van abriendo. Todas las campanas retocan, las velas brillan en las manos de todos, mientras se canta el canon pascual de San Juan Damasceno, que corresponde al Exsultet latino atribuido a San Ambrosio.
Una curiosidad: el rito de apertura de las puertas al ser tocadas por la cruz -signo de Cristo que abres las puertas de los infiernos- también estaba presente en el rito antiguo, antes de la reforma de la Semana Santa de Pío XII. Ecumenismo ante litteram, considerando que podría ser retomando en el rito latino antes del ingreso a la Iglesia con el cirio Pascual. Sería una señal en sintonía con la particular atención de Benedicto XVI por el restablecimiento de la tradición litúrgica, apreciado también por los ortodoxos como signo concreto de acercamiento entre cristianos; esto también podría facilitar la realización del llamado del Vaticano II a buscar una fecha común para la celebración de la Pascua “con los hermanos separados por la comunión con la Sede Apostólica” (cf. Apéndice de la Constitución litúrgica, n 1). (Agencia Fides 25/4/2008; líneas 29, palabras 427)


Compartir: