AFRICA/BENIN - “La familia está al centro de nuestra acción pastoral y ponemos el acento de manera particular en la infancia misionera” declaró para Fides el Presidente de la Conferencia Episcopal de Benin, en Roma por la visita ad Limina

lunes, 24 septiembre 2007

Roma (Agencia Fides)- “El futuro de nuestra Iglesia en Benin pasa por poner al centro a la familia, porque la familia es la célula base de la sociedad y de la Iglesia”, con estas palabras S.E.R. Mons. Antoine Ganyé, Obispo de Dassa-Zoumé y Presidente de la Conferencia Episcopal de Benin, describe las líneas guía de la Iglesia en Benin, en una entrevista a la Agencia Fides. Los Obispos de Benin se encuentran en Roma para su visita Ad Limina Apostolorum.
“Si la familia no está unida, si no tiene conciencia de sí misma, la sociedad y la Iglesia non pueden seguir adelante. En la familia viven los niños, los jóvenes y los adultos. Con esta perspectiva nosotros ponemos el acento en la infancia misionera, porque lo que se siembra en el corazón de los niños permanece incluso cuando al crecer encuentren dificultades. Si se alejan regresarán más tarde a lo que recibieron en la infancia” afirmó Mons. Ganyé.
“Es por eso que tenemos asociaciones de niños, como parte de la infancia misionera, como un movimiento de apostolado para niños. De esta manera ofrecemos una formación catequística, bíblica, humana, moral, espiritual y psicológica que toma en consideración su joven edad. Durante las vacaciones se organizan campamentos de verano con sus asistentes eclesiásticos y con algunos Obispos disponibles para este servicio. Al final del camino educativo organizamos un gran peregrinaje, sobre todo en mi diócesis, donde se encuentra el centro nacional para el peregrinaje mariano” afirmó el Presidente de la Conferencia Episcopal de Benin.
“Ofrecemos los mismos instrumentos formativos a los jóvenes, sobre todo a los adolescentes que viven el delicado tránsito a la vida adulta”, continúa Mons. Ganyé. “En relación a los adultos el acento está puesto en el matrimonio y en su indisolubilidad. Es un aspecto que no siempre es bien comprendido por la población que le cuesta vivir la fidelidad matrimonial. Nosotros insistimos en que el matrimonio no es una imposición de la Iglesia sino una ley natural, una ley querida por Dios”.
Mons. Ganyé subraya además la importancia del rol de las asociaciones laicales: “Tenemos una serie de asociaciones y movimiento eclesiales, como la Acción Católica y la Renovación Carismática de Jóvenes, la Asociación Católica de la Familia -para preparar a las familias de mañana-, y la asociación de estudiantes católicos, muy activa a nivel escolar y universitario. Para los adultos y para los jefes de familia hemos preparados una pastoral que busca consolidar lo que ya se ha recibido en el catecismo. Llevamos adelante también un dialogo fecundo con los padres que no son cristianos, con la esperanza que un día puedan encontrar la gracia de la conversión”.
“En conclusión, lo que estamos realizando en la actualidad es un trabajo para construir la Iglesia del mañana, que ya comienza hoy” sostiene el Presidente de la Conferencia Episcopal de Benin.
Sobre las relaciones interreligiosas Mons. Ganyé afirma: “Tenemos una buena relación con los musulmanes, pero es importante distinguir dos aspectos. En Benin existe un Islam tradicional que es moderado y abierto al diálogo. Es normal en las familias de Benin que cristianos y musulmanes convivan en paz y armonía. Otro asunto son los jóvenes musulmanes que se van a formar al extranjero, sobre todo a África del Norte, donde regresan con una concepción agresiva de la religión ajena a la historia y a la tradición de nuestro país. Pero en general podemos decir que las relaciones interreligiosas son buenas y que el integralismo islámico es un problema percibido sólo en algunas áreas al norte del país”.
“Con los miembros de las religiones tradicionales, como el vodú —continúa Mons. Ganyé— no tenemos problemas particulares y es sobre todo de estos ambientes que llegan la mayor parte de las conversiones. Muchos de sus adeptos están ya cansados del vodú y aceptan contentos el diálogo con los sacerdotes católicos. Seguramente esto no les gusta a los custodios de la tradición vodú pero no nos impide tener una buena relación con la mayor parte de los adherentes a las religiones tradicionales”. (L.M.) (Agencia Fides 24/9/2007 líneas 51 palabras 710)


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