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Roma (Agencia Fides)- Continúa la emergencia por las inundaciones que están desbastando enteras zonas del África. Son 20 los países africanos golpeados por intensas lluvias desde julio. Los muertos hasta el momento son 270 y los sin techo más de un millón y medio. Se teme sobre todo por la difusión de epidemias de malaria y diarrea, con consecuencias letales para una población desnutrida y que carece de una asistencia adecuada.
En Kenya se cuentan 15 muertos y 25 mil refugiados. La Cruz Roja local ha pedido con urgencia el envió de ayuda. En África oriental la situación más grave es la de países como Ghana, Burkina Faso y Togo. En Ghana (ver Fides 21 de setiembre de 2007), se registran 30 muertos y 260 mil sin techo. El gobierno ha anunciado una ayuda de emergencia de 67 millones de dólares para las regiones golpeadas por la inundación.
En Togo se cuentan 20 muertos y 66 mil personas sin vivienda. En Mali los muertos son 9 y los sin casa 41 mil. Incluso Argelia ha declarado 13 muertos a causa de las lluvias en el centro-oeste del país.
En Uganda nuevas lluvias están obstaculizando las operaciones de socorro en las regiones del nordeste del país ya golpeadas fuertemente por los aluviones de las semanas anteriores. En el país los damnificados por las inundaciones son más de 300 mil.
La catástrofe presenta también aspectos políticos y sociales. En Uganda, por ejemplo, 12 jefes de un movimiento apocalíptico que afirma que las inundaciones anuncian el fin del mundo han sido arrestados por la policía de Gulu, capital del homónimo distrito en el nordeste del país. La proliferación de sectas apocalípticas es un problema extenso en Uganda, donde en el año 2000 centenares de personas murieron en un incendio provocado por los adeptos al Movimiento por la restauración de los diez Mandamientos.
Al norte de Costa de Marfil, donde puentes y calles han sido destruidos por la furia de las aguas, se teme un atraso en el registro de la población local, que espera recibir su documento de identidad. Se trata de una de las condiciones previstas por los acuerdos de paz de Ouagadougou (ver Fides 5 de marzo de 2007). La población del norte de Costa de Marfil afirma haber sido excluida durante años por el gobierno central al ser considerados de origen extranjero. El proceso de registro y distribución de los documentos de identidad busca poner fin a esta situación. (L.M.) (Agencia Fides 24/9/2007 líneas 31 palabras 432)
