AFRICA/CHAD - Chad - Sudán: aumenta la tensión

miércoles, 11 abril 2007

N’Djamena (Agencia Fides) - Diplomacia africana en movimiento para resolver la grave crisis desencadenada entre Chad y Sudán después de los choques que se han verificado entre los militares de los dos países en los días pasados. El Presidente sudafricano Thabo Mbeki se encuentra en visita en Sudán donde ha tenido coloquios con el Presidente sudanés Omar Bechir, focalizados sobre las relaciones entre Jartum y N’Djamena. También el líder de Libia, Muhammar Gheddafi, anunció el envío de un propio emisario a la dirigencia de los dos países para buscar de allanar la situación.
El lunes 9 de abril, el gobierno del Chad anunció que había rechazado el ataque de un grupo de alrededor de 200 rebeldes partidos desde Sudán. Según Jartum, en cambio, los militares del Chad habrían penetrado en territorio sudanés, chocando con los militares locales. En los combates habrían muerto unas treinta personas de ambas partes. Seguidamente el gobierno de Chad admitió que tropas del propio ejército habían entrado en la región sudanesa de Darfur, pero tan sólo para seguir a un grupo de rebeldes que después de una serie de escaramuzas en Chad, alcanzaron de nuevo su base en Sudán. El ministro de las comunicaciones Moussa Doumgor acusó asimismo a las fuerzas sudanesas de haber intervenido para proteger la retaguardia de los rebeldes del CNT (Concordia Nacional de Chad), uno de los grupos rebeldes que combaten contra el gobierno de N’Djamena. No obstante un acuerdo de no agresión, firmado por los dos países hace un mes, el este de Chad ha sido desestabilizado por los ataques de grupos rebeldes provenientes del limítrofe Darfur, la región sudanesa que se encuentra a su vez en medio a una dramática guerra civil.
La situación en el este de Chad es especular a la que se verifica en Darfur. En ambas regiones se desarrolla un conflicto que opone los grupos de origen árabe a las poblaciones de etnia africana. Víctimas y carnífices son musulmanes y por lo tanto la religión no tiene nada que ver. Tiene que ver, en cambio, la política. En efecto, las tradicionales disputas para la repartición de los pocos recursos disponibles en un territorio desértico han sido manipuladas por los gobiernos, desencadenando un conflicto de amplias proporciones. Sucede en Darfur, donde la respuesta a las legítimas reivindicaciones de las poblaciones locales (escuelas, infraestructuras, pozos) ha sido hecha bajo forma de irrupciones de los Janjaweed, las milicias a caballo vinculadas al gobierno, que depredan y destruyen los pueblos. Millones de personas han sido obligadas a protegerse en los campos para refugiados al interno de Darfur. Otras 200 mil viven en los campos para refugiados de Chad. Aquí están también las bases de los rebeldes sudaneses que combaten contra Jartum, objetivo de las represalias de los Janjaweed. Quienes pagan las consecuencias son los pueblos de Chad, como han recientemente denunciado organismos de las Naciones Unidas: 400 chadianos han sido asesinados durante una irrupción hace 10 días. La situación se ve agravada por los choques entre etnias chadianas. También en este caso “árabes” contra “africanos”, con las comunes manipulaciones políticas para controlar el poder en N’Djamena, la capital. Las regiones chadianas en la frontera con Darfur se han convertido así en terreno de refugio de una serie de facciones que se oponen al Presidente Idriss Déby, que ha enviado el ejército, con la tarea de defender la frontera pero también de reprimir la rebelión interna (a su vez dividida, y en ciertos casos guiados por los parientes del Jefe de Estado de Chad que han roto con él). Un escenario complejo, en el que la comunidad internacional encuentra difícil intervenir. La misma misión de la Unión Africana en Darfur se encuentra en la mira: después del asesinato de 5 militares sudaneses (ver Fides 3 de abril de 2007) otro soldado de la fuerza de paz perdió la vida en un ataque conducido por desconocidos en el norte de Darfur. (L.M.) (Agencia Fides 11/4/2007 líneas 44 palabras 662)


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