VATICANO - "La no violencia cristiana no consiste en rendirse al mal sino en responder al mal con el bien, rompiendo de tal forma la cadena de la injusticia" recuerda el Papa Benedicto XVI en el ángelus; llamamiento para que la vía del diálogo lleve a superar la crisis en Guinea

lunes, 19 febrero 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Comentando "una de las palabras más típicas y fuertes de la predicación de Jesús: «Amad a vuestros enemigos» (Lc 6,27)", contenida en el Evangelio del domingo, el Papa Benedicto XVI ha ilustrado, antes del rezo del ángelus del 18 de febrero, el sentido profundo de esta petición de Jesús. "¿Cuál es el sentido de esta palabra suya? ¿Por qué Jesús pide que se ame a los propios enemigos, o sea, un amor que excede las capacidades humanas? se ha preguntado el Santo Padre. "La propuesta de Cristo es realista - ha continuado el Papa -, porque tiene en cuenta que en el mundo existe demasiada violencia, demasiada injusticia, y por lo tanto no se puede superar esta situación más que contraponiendo más amor, más bondad. Este «más» viene de Dios: es su misericordia, que se ha hecho carne en Jesús y que sola puede «desequilibrar» el mundo desde el mal hacia el bien, a partir de ese pequeño y decisivo «mundo» que es el corazón del hombre”.
El Santo Padre ha aclarado después el sentido de la "no violencia cristiana", que “no consiste en rendirse al mal -según una falsa interpretación del «poner la otra mejilla» (cfr. Lc 6,29)-, sino en responder al mal con el bien (Rm 12,17-21), rompiendo de tal forma la cadena de la injusticia. Se comprende entonces que la no violencia, para los cristianos, no es un mero comportamiento táctico, sino un modo de ser de la persona, la actitud de quien está así convencido del amor de Dios y de su poder, que no tiene miedo de afrontar el mal con las únicas armas del amor y de la verdad". La llamada "revolución cristiana" no está basada en estrategias de poder económico, político o mediático, sino en el amor al enemigo. "La revolución del amor - ha continuado el Papa -, un amor que… que es don de Dios que se obtiene confiando únicamente y sin reservas en su bondad misericordiosa. He aquí la novedad del Evangelio, que cambia el mundo sin hacer ruido. He aquí el heroísmo de los «pequeños», que creen en el amor de Dios y lo difunden aún a costa de la vida”. Antes de rezar la oración del ángelus, el Papa ha recordado que la Cuaresma, ya próxima, es "tiempo favorable en el que todos los cristianos son invitados a convertirse cada vez más profundamente al amor de Cristo”.
Después del ángelus el Papa Benedicto XVI ha dirigido un augurio de "serenidad y prosperidad" a todos los pueblos que celebran el año nuevo lunar en muchos Países del Oriente, después ha dirigido su pensamiento a África: "Deseo expresar mi cercanía espiritual con un país africano que está viviendo momentos de particular dificultad: Guinea. Los obispos de esa nación me han expresado su preocupación por la situación de parálisis social, con huelgas generales y reacciones violentas, que han causado numerosas víctimas. Al pedir el respeto de los derechos humanos y civiles -añadió-, aseguro mi oración para que el compromiso común a recorrer la vía del diálogo lleve a superar la crisis". (S.L) (Agencia Fides 19/2/2007; Líneas: 37 Palabras: 564)


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