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Davao (Agencia Fides) – Rodrigo Duterte, expresidente de Filipinas y acusado de crímenes contra la humanidad ante la Corte Penal Internacional, ha sido oficialmente proclamado alcalde de Davao, la ciudad de la isla de Mindanao donde comenzó su ascenso político y donde ya ejerció como alcalde durante más de 20 años antes de ser elegido presidente de la nación en 2016. Tras las elecciones de mitad de mandato celebradas el 12 de mayo, la Comisión Electoral local anunció hoy, 13 de mayo, su victoria con una amplia mayoría: más de 660.000 votos frente a los 80.000 obtenidos por su principal rival, Karlo Nograles, quien fue anteriormente su portavoz.
Este es el primer cargo público que Duterte ocupa desde que finalizó su mandato presidencial (2016–2022), y marca su cuarto período al frente de la alcaldía de Davao, ciudad situada en la isla de Mindanao. Anteriormente fue alcalde de 1988 a 1998, de 2001 a 2010 y de 2013 a 2016. Durante los últimos 34 años, la familia Duterte ha mantenido un control casi ininterrumpido sobre la alcaldía: primero con Rodrigo, y luego con sus hijos Sara y Sebastian.
Este último, Sebastian Duterte, ha sido elegido ahora como teniente de alcalde. Ingresó en política en 2019 y fue alcalde de Davao de 2022 a 2025, tras suceder a su hermana Sara Duterte, actual vicepresidenta de Filipinas.
Las elecciones de mitad de mandato -en las que se renueva parte del Senado, la Cámara de Representantes y los gobiernos locales- han sido clave para consolidar la influencia política de la dinastía Duterte, tanto a nivel local como nacional. Al menos cinco candidatos afines a la familia compiten por los 12 escaños en juego en el Senado, y las proyecciones preliminares apuntan a resultados favorables.
La reciente detención de Rodrigo Duterte en marzo fue considerada un posible factor de desgaste para su imagen; sin embargo, su rotunda victoria confirma la perdurabilidad de su popularidad, especialmente en Mindanao.
El resultado de la elección en el Senado será decisivo también para el futuro político de la vicepresidenta Sara Duterte. La Cámara de Representantes ha aprobado un procedimiento de destitución en su contra, con cargos que incluyen malversación de fondos públicos y conspiración para asesinar al presidente Ferdinand Marcos Jr. Será el Senado, en una votación prevista para julio, quien decidirá si ratifica o archiva el proceso. Una eventual destitución inhabilitaría de forma permanente a Sara Duterte para ejercer cargos públicos, poniendo en riesgo su proyección como posible candidata presidencial en 2028.
Los resultados oficiales de los comicios se conocerán en el transcurso de la próxima semana. El escrutinio está siendo monitoreado por el Consejo Pastoral Parroquial para el Voto Responsable, organismo vinculado a la Iglesia católica filipina, que desempeña una labor activa de vigilancia y transparencia electoral al servicio de la ciudadanía y de la nación.
(PA) (Agencia Fides 13/5/2025)