ASIA/VIETNAM - Las obras sanitarias católicas apreciadas por el pueblo y elogiadas por el gobierno

viernes, 25 julio 2025

Por Andrew Doan Thanh Phong

Hanoi (Agencia Fides) - Poco antes de que comenzara la misa, pidieron al sacerdote que la celebrara con brevedad, dadas las condiciones de salud de los pacientes oncológicos que participaban. Los enfermos entraron en la iglesia con pasos lentos, apoyados por voluntarios y familiares, para encontrarse con Cristo en la Eucaristía. A pesar de las dificultades, la misa fue más fervorosa que nunca, con los cantos de las religiosas y las oraciones de los presentes, susurradas con voces débiles.

Se trata de la misa de las nueve de la mañana del domingo, celebrada cada semana en la parroquia de Phan Thon, diócesis de Vinh, en el centro de Vietnam, dedicada a los pacientes graves ingresados en el hospital. Tras la misa, enfermos, voluntarios y el sacerdote compartieron una comida sencilla, en un momento de consuelo y fraternidad.

Precisamente en la diócesis de Vinh, el pasado 13 de julio, 83 profesionales sanitarios de todo el país, la mayoría católicos, en colaboración con la Organización del Equipo Médico fundada por sacerdotes y religiosos vietnamitas residentes en Estados Unidos, ofrecieron atención y medicamentos gratuitos a numerosas personas pobres, sin distinción de religión, en la parroquia de Ru Dat y sus alrededores. Gracias a su competencia y espíritu de servicio, y al uso de modernos equipos médicos, los voluntarios atendieron a cientos de ancianos, mujeres y niños, ayudándoles a cuidar su salud con dignidad.

Las imágenes de la dedicación de este personal médico católico al servicio de los enfermos han suscitado la confianza y la admiración de la población y del propio gobierno vietnamita, no solo por el cuidado de las enfermedades físicas, sino también por la atención a las heridas espirituales que estas suelen conllevar.

Un informe del Comité Nacional de Asuntos Religiosos subraya que «la contribución de la religión en la sociedad actual se manifiesta no solo en el ámbito de la moral, sino también en muchas áreas sociales, en particular en la salud. El catolicismo es una religión que participa activamente en la atención sanitaria, compartiendo y ayudando a los pobres, enfermos y desfavorecidos, y dando testimonio de los valores del amor y la caridad cristiana».

Actualmente, según datos oficiales, funcionan en Vietnam 113 centros sanitarios propiedad de organizaciones religiosas, de los cuales 56 pertenecen a la Iglesia católica. Son centros que ofrecen consultas, cuidados y asistencia a ancianos, enfermos mentales, huérfanos, niños abandonados y personas afectadas por el VIH/SIDA. Además, numerosas congregaciones y grupos parroquiales realizan regularmente actividades caritativas en el ámbito de la salud, como la distribución gratuita de medicamentos, seguros médicos y visitas a domicilio para pacientes pobres, sin importar su religión. También colaboran con hospitales para organizar cirugías oftalmológicas gratuitas, comedores solidarios para los ingresados y atención especial a colectivos vulnerables como niños con VIH, discapacidades, personas sin hogar o con autismo.

Como ha referido el diario estatal Dai Doan Ket, «desde hace décadas, la clínica benéfica Kim Long se ha convertido en un referente de atención para pacientes con dificultades económicas en la provincia de Thua Thien Hue». Nguyen Van Long, paciente habitual de la clínica gestionada por las Hermanas de la Congregación de las Hijas de la Inmaculada Concepción de Hue, comparte: «Desde que supe que aquí ofrecen atención médica gratuita, vengo cada mes para mis exámenes y tratamientos. Mi salud ha mejorado mucho gracias a este lugar. Las hermanas, además de su competencia, se preocupan de verdad por nosotros, nos cuidan y siempre nos preguntan cómo estamos. Por eso, todos los que venimos aquí nos sentimos felices y las queremos mucho».

«Los profesionales sanitarios no son simplemente médicos, enfermeros o paramédicos; ante todo, son hijos de Dios, llamados a colaborar con Él en la misión de proteger y cuidar la vida. No son solo sanadores del cuerpo, sino también testigos de esperanza en medio del sufrimiento y la enfermedad. Seguir el ejemplo de San Juan de Dios significa dedicarse con compasión al servicio de los enfermos, con el acompañamiento de la Iglesia y la gracia de Dios», afirma el padre Joseph Phan Anh Dung, de la Orden de los Camilianos, especializado en el cuidado de pacientes en Vietnam, durante la reciente peregrinación del Año Santo 2025 en la diócesis de Da Nang, en la que participaron más de 60 médicos y personal sanitario católicos.

En Vietnam, donde crecen los desafíos para los católicos en todos los ámbitos de la sociedad, también el personal médico se enfrenta a tentaciones y presiones cotidianas, como recuerda el padre Dung: «Las tentaciones en el ámbito médico, derivadas de la presión profesional, de los beneficios materiales o de la participación en prácticas contrarias a la moral cristiana, siguen presentes aquí y allá. Cuando se pierde esta orientación moral, el médico corre el riesgo de dejar de ser un colaborador de Dios en la protección de la vida, para convertirse, sin quererlo, en un agente del declive de la ética médica».
(Agencia Fides 25/7/2025)


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