ASIA/COREA DEL SUR - La pacificación mundial también pasa por la península coreana. Décima “Peregrinación por la paz” en la zona desmilitarizada

miércoles, 16 julio 2025

Seúl (Agencia Fides) – “No puede haber paz en el mundo sin paz en la península coreana”. Este ha sido el lema lanzado por los jóvenes coreanos desde la Zona Desmilitarizada - la franja creada en 1953 tras el armisticio de la Guerra de Corea, que sirve de zona tampón y frontera entre las dos naciones -, durante la décima “Peregrinación por la paz” celebrada del 10 al 13 de julio.

Organizada por el Comité para la Reconciliación de Corea de la Arquidiócesis de Seúl, con el apoyo del Ministerio de Cultura, Deporte y Turismo, la peregrinación ha reunido a unos cuarenta jóvenes, nacidos tanto en el sur como en el norte de la península, así como en otros países.

Durante los cuatro días, la caravana ha visitado lugares simbólicos convertidos en espacios de oración, como la Torre de la Unificación de Odusan, desde donde se puede contemplar la confluencia de los ríos Han e Imjin antes de desembocar en el Mar Amarillo, con vistas a la provincia norcoreana de Hwanghae, en Corea del Norte.

Los jóvenes han llegado al parque de Imjingak, en dirección al Observatorio de Jangsan, cerca de la isla de Chopyeongdo, conocida por ser hábitat de aves migratorias y marcada por alambradas y campos de entrenamiento militar. Allí, mientras se oían de fondo disparos de soldados en entrenamiento, han recitado la “Oración sencilla” de San Francisco de Asís.

Posteriormente, el grupo se ha trasladado a Cheorwon, en la provincia de Gangwon, donde se encuentra el Observatorio de la Paz, ubicado a unos dos kilómetros de la frontera con Corea del Norte. Desde allí han llegado a la meseta de Sapseulbong, conocida como “Meseta del Helado” por su forma que recuerda a un helado que se derrite. Esta meseta fue escenario de duros enfrentamientos durante la Guerra de Corea. En este lugar, donde aún son visibles las cicatrices del conflicto, los jóvenes han rezado, reflexionado y debatido sobre cómo construir un futuro de paz para la península.

En bicicleta, los participantes han llegado al café “Open the Moon”, situado en el punto más septentrional de Corea del Sur, cerca de un puesto de control, gestionado por jóvenes norcoreanos que crecieron en hogares familiares en el sur. Tras esta parada, la peregrinación ha continuado hacia el crematorio de las tropas de la ONU en Yeoncheon y al cementerio militar de los soldados norcoreanos.

“Había oído hablar de este cementerio, pero no imaginaba que existiera realmente. Y claro, ellos también tenían padres, familias, un hogar”, ha comentado Joanna Hwang, madre de tres hijos procedente del norte, profundamente impresionada por el hecho de que, “a pesar de que se les consideraba enemigos, alguien se tomó la molestia de enterrarlos y honrarlos”.

El tercer día, los participantes han recorrido un sendero costero de 10 kilómetros desde Nanjeong hasta Ganghwa, rezando juntos el rosario. El último día, al finalizar la peregrinación, se ha celebrado una misa en la que se ha rezado por la paz en la península coreana y en el mundo, y los jóvenes han compartido las experiencias vividas durante los cuatro días de camino.
(F.B.) (Agencia Fides 15/7/2025)


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