Kinshasa (Agencia Fides) - En la variopinta colección de más de 100 grupos armados que operan en el este de la República Democrática del Congo (incluidos mercenarios de Europa del Este), los Wazalendo han adquirido una importancia particular, a causa de su combinación de movimiento armado y grupo sectario/religioso.
El término Wazalendo significa "patriotas" en swahili, pero también se utiliza para designar a la secta mesiánica Agano La Uwezo Wa Neno/Wazalendo (Fe Judaica Mesiánica Natural Hacia las Naciones), cuyo líder, Éphraïm Bisimwa, fue condenado a muerte el pasado mes de octubre por los graves sucesos ocurridos en Goma el 30 de agosto de 2023, que estallaron durante las protestas contra la presencia de los cascos azules de la MONUSCO (Misión de la ONU en la RDC), y que se cobraron la vida de más de 50 personas.
El término se presta así a cierta ambigüedad, pero al final es un nombre genérico para cualquiera de los muchos grupos armados de vigilantes que han surgido desde que el Presidente Félix Tshisekedi, en noviembre de 2022, hizo un llamamiento a todos los civiles del este de la República Democrática del Congo para que tomaran las armas y lucharan contra lo que calificó de "ambiciones expansionistas" del M23.
Desde entonces, según Kinshasa, 40.000 nuevos reclutas se han unido a las filas de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC).
Incluso antes de la destitución del presidente Tshisekedi, la alianza entre los militares y los grupos armados, que con frecuencia han luchado entre sí durante años y cuyos líderes están acusados de crímenes de guerra, se había establecido en secreto en mayo de 2022, durante una reunión en Pinga, un pueblo aislado situado entre el territorio de Walikalé y Masisi. Ahora se ha hecho oficial y tiene base jurídica. La promesa de integración de los miembros de estos grupos armados no se materializó, pero permitió al presidente Tshisekedi recibir su apoyo en las elecciones presidenciales que condujeron a su reelección.
Los milicianos, dirigidos por comandantes que no han recibido formación militar formal, suelen ejercer la violencia contra las mismas personas a las que dicen defender. Asimismo, se han producido enfrentamientos sangrientos entre distintas facciones del Wazalendo.
El cardenal Fridolin Ambongo Besungu, arzobispo metropolitano de Kinshasa, señaló en una entrevista concedida a la Agencia Fides (18/4/2024) que "los grupos armados acaban convirtiéndose en un peligro para la población, se aprovechan de los ciudadanos, cometen robos y asesinatos, y se dedican al comercio ilegal de los minerales extraídos de las minas artesanales de la zona”.
(L.M.) (Agencia Fides 27/4/2024)