ÁFRICA/CONGO RD - El M23 reaviva el miedo a la "balcanización" de la República Democrática del Congo

jueves, 25 abril 2024 grupos armados   Áreas de crisis   guerras  

Kinshasa (Agencia Fides) - "Balcanización", este es el término con el que los congoleños definen el intento de los países vecinos de dividir la República Democrática del Congo (RDC), segmentándola en numerosas zonas controladas por grupos armados patrocinados por ellos mismos. Un esquema que se estaría llevando a cabo en el este de la RDC principalmente a través de la acción del M23, un movimiento armado vinculado a Ruanda.

Pero en cierto modo, todos los Estados de África Oriental tienen interés en intervenir en el este de la RDC, tanto para proteger su propia seguridad, impidiendo que los rebeldes y los movimientos incontrolados de refugiados entren en su territorio, como para promover sus propios intereses económicos.

Los países de África oriental intentan sacar provecho de los recursos naturales de la RDC: la competencia gira en torno al aumento de los ingresos en las cadenas de exportación, en forma de impuestos y valor añadido. Cada país intenta aumentar el volumen de recursos naturales de la RDC que fluyen por su territorio concediendo niveles favorables de impuestos a la exportación, invirtiendo en capacidad de refinado de oro, pero también en proyectos de infraestructuras para el transporte.

Varios informes de expertos de la ONU ilustran cómo Burundi, Ruanda y Uganda se benefician del comercio de recursos naturales de la RDC (oro, estaño, tantalio y wolframio) que cruzan ilegalmente la frontera de la RDC hacia estos países, desde donde luego se exportan.
Pero aparte de la minería, el este de la RDC es también un mercado importante para sus vecinos, sobre todo de productos agrícolas, bienes de consumo y servicios.

La competencia geopolítica entre Estados vecinos en torno a las cadenas de exportación de minerales, así como otras oportunidades económicas como el comercio de bienes de consumo en el este de la RDC, hacen que los congoleños tengan la impresión de que su país está siendo explotado por unos vecinos que se enriquecen a sus espaldas.

En 2021, la reanudación de la toma de armas por parte del M23 -que las había depuesto en 2013 tras alcanzar una serie de entendimientos con el gobierno de Kinshasa-, se produjo a raíz del anuncio por parte de Uganda y la RDC de un proyecto de colaboración en materia de seguridad y rehabilitación de carreteras en la RDC, con el intento de aumentar significativamente el comercio transfronterizo entre ambos países. Esto habría preocupado al gobierno ruandés porque una de estas carreteras habría amenazado lo que se percibe como la esfera de influencia de Kigali en Kivu del Norte. La nueva carretera habría permitido la llegada de nuevos agricultores, lo que podría haber modificado el equilibrio étnico local en detrimento de la población ruandesa asentada en la zona.

Los congoleños sospechan desde hace tiempo que Ruanda pretende anexionarse una parte de la RDC. Unos temores reavivados por la reanudación de las acciones del M23 con el apoyo de Ruanda, cuyo Presidente también ha declarado que las fronteras de la zona deben revisarse, porque fueron trazadas durante el periodo colonial.
(L.M.) (Agencia Fides 25/4/2027)


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